Inicio Noticias Entrevistas Estuvimos con… Barney Elliot, director y guionista de La deuda

Estuvimos con… Barney Elliot, director y guionista de La deuda

Estuvimos con… Barney Elliot, director y guionista de La deuda

· “Me conformaría con que mi película hiciese pensar a algún hombre de negocios que tome decisiones parecidas a las del protagonista”

Este neoyorkino de 40 años presentó su opera prima en el pasado Festival del Cine Español de Málaga.

¿Cómo es la cronología del proceso creativo de es­ta película?

Barney Elliot/ El argumento está basado en una his­toria real que me contó un hombre de negocios de Nueva York. Este amigo mío aparece representa­do en la película en el personaje que interpreta Alber­to Ammann. Me gustó mucho cómo había va­rios conflictos entrecruzados que generaban misterio y además hablaban de temas tan actuales como las relaciones internacionales de Estados Unidos con Latinoamérica. Gracias a la paciencia del productor, pude invertir casi tres años en recoger docu­men­tación y escribir el guion de 2006 a 2009.


¿Trabajó solo en la elaboración del guion?

B. E./ Sí. Y no lo volvería a hacer. Aunque tenía un horario para escribir por las mañanas y dedicar tiempo a mi familia por las tardes, el proceso de escribir cuatro o cinco horas diarias solo en tu habita­ción es muy duro. Puedes acabar volviéndote loco dán­dole vueltas a la cabeza para explicar una histo­ria difícil de contar. Pienso que la ayuda de otra per­sona me hubiese facilitado mu­cho las cosas. Ade­más hay que tener en cuenta que hasta ahora so­lo había hecho publicidad y corto­metrajes.

¿Con qué presupuesto contó para realizar esta ope­ra prima?

B. E./ Menos de dos millones de dólares, bastante me­nos de lo que suele costar una película como és­ta. Pero estoy contento con el resultado. Tuvimos que rodar todas las escenas de Nueva York en solo 3 días porque cada día de grabación tenía un coste muy elevado. Y en general hemos llevado un ritmo de trabajo de cuatro páginas al día, que no está na­da mal.

En la película están muy logrados los momentos de reflexión.

B. E./ Nosotros llamábamos a esos momentos «tran­siciones líricas». Era una forma de liberar la ten­sión de la película y reflejar la belleza del mun­do en el que está ambientada la historia. Es eviden­te que en estas escenas me ha influido mucho la fuer­za visual y poética de directores como Terrence Malick o Michael Mann.

La deuda pretende mostrar parte del mundo, incluso intenta cambiar la realidad que nos cuen­ta…

B. E./ Sinceramente no creo que la película vaya a cambiar al ser humano que desde siempre se ha ca­racterizado por diferenciar radicalmente el trato a los poderosos y a los pobres. Pero me conformaría con hacer pensar a personas como las que aparecen en esta película. Ellos son los que toman decisiones prác­ticamente a dia­rio que tienen una grandísima re­percusión en la vi­da de los demás.

¿Le da tiempo a un guionista y director como us­ted a ver las series de televisión de las que ha­blan todos los que se dedican al cine?

B. E./ Me gustaría ver más porque creo que las se­ries tienen la ventaja de definir un personaje con mu­cho más desarrollo al tener tiempo por delante. De lo que he podido ver últimamente me interesa mu­cho House of cards o Breaking Bad. Y tengo pendiente ver Mad Men, todo el mundo habla maravillas pero todavía no he tenido el tiempo necesario.

¿Qué le parece el cine que ha llegado reciente­men­te con los Oscar?

B. E./ Me encantó Birdman, la manera que tiene de contar y unir todas las historias. Y el final de Whi­plash. Es curioso porque es una idea muy senci­lla pero está tan bien contada que tiene mucha fuer­za, especialmente la manera de concluir que es muy brillante. Y de cine español tengo ganas de ver Tam­bién la lluvia, porque me han llegado buenos co­mentarios y es un tema que me interesa.

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