Ignacio Ferreras, director y guionista de Arrugas: “El cine de animación español cosechará éxitos cuando haga películas muy españolas”
Ignacio Ferreras, director de Arrugas | Hablamos con este director español formado en Canadá (DreamWorks TV) y Escocia (fue uno de los animadores de El ilusionista, de Sylvain Chomet) sobre Arrugas, la película basada en el prestigioso cómic de Paco Roca. Ganadora de dos Goyas (película de animación y guión adaptado), aspirante a mejor película de animación en los European Film Awards y en los Annie.
Parece que te gustan los riesgos: una película para adultos y en 2D…
Ignacio Ferreras/ Deberías preguntárselo a Manuel Cristóbal, el productor, el riesgo realmente ha sido suyo. Yo, como animador y dibujante de storyboards, vengo del mundo del 2D, así que el 2D es lo que conozco mejor, para mí es como “estar en casa”.
El tipo de cine de animación que a mí más me gusta ver es lo que se podría llamar animación “para adultos”, películas como La tumba de las luciérnagas, de Isao Takahata. Casi tengo que hacer un esfuerzo para acordarme que la mayoría de las películas de animación están dirigidas a un público infantil o juvenil.
Pero no es el tipo de distinción que tengo en mente cuando trabajo. Nunca me planteé Arrugas como película “para adultos”. Es una historia que merecía la pena contarse y creo que encontrarás una audiencia muy variada. Quitando a niños muy pequeños, la veo apropiada e interesante para público joven y para público menos joven.
Arrugas se ambienta en una residencia geriátrica. ¿Están los ancianos de hoy más desprotegidos que en otras épocas?
I. F./ Yo diría que sí, que en esta cuestión se ha experimentado en el mundo industrializado una evolución negativa en los últimos 50 ó 60 años. Creo que todo lo que suponga aislar a los ancianos del resto de la población es un paso atrás y un síntoma de que el modelo de desarrollo que hemos seguido no es ni sostenible ni acertado. Para mí la única solución auténtica pasa por hacer posible que los ancianos permanezcan en su entorno familiar, algo que hoy por hoy parece cada vez más difícil.
Me parece importante considerar lo que perdemos todos los que aún no somos ancianos al apartar de nuestras vidas la realidad de la vejez. Es en cierto modo un engaño. Y vivir engañado nunca es bueno.
En cualquier caso, considero importante reconocer que existe un problema y que las residencias geriátricas son más bien un parche que una auténtica solución. No es una cuestión que podamos dar por zanjada y olvidarnos de ella. Vale la pena preguntarse: ¿quiero yo pasar los últimos 5, quizá 10, quizá 15 años de mi vida en una residencia geriátrica? Porque es importante recordar que los ancianos del siglo XXI no son sólo nuestros padres, sino también nosotros mismos, tú y yo.
Hay en la película metáforas interesantes sobre nuestros miedos, la soledad, la apariencia: la piscina acristalada que nadie utiliza, las escaleras que suben al piso de los ancianos que ya no se valen por sí mismos. ¿Crees que la animación tiene una mayor facilidad para sugerir con la libertad que da el no depender de factores externos: la luz del día, el presupuesto, etc.?
I. F./ Sí, sin duda. La animación tiene sus limitaciones obvias pero también sus grandes ventajas, y una de ellas es el grado de control que ofrece. Cada plano, cada imagen, tiene su intención concreta. En una película de animación no hay (o no debería haber) nada genérico, todo los elementos están pensados y escogidos con una intención expresiva, desde el diseño de los marcos de las ventanas al esquema de color de cada secuencia, o el momento en el que un personaje parpadea. En este sentido para mí es muy importante dibujar personalmente el storyboard, ya que muchas ideas, muchas de esas “metáforas” que mencionas, surgen de la propia actividad física de dibujar, es algo que va tomando forma a medida que vas dibujando la película.
¿Crees que realmente estamos en la era dorada del cine de animación?
I. F./ No creo mucho en las “eras doradas”, así que diría que no; y no porque la animación no esté pasando por un buen momento. Cada época tiene sus artistas y sus autores. Ciertamente el avance de la tecnología audiovisual ha abaratado mucho los costos de producción de una cinta de animación, y eso está permitiendo realizar películas que hace poco hubiesen sido impensables. Arrugas es una de ellas.
¿Pixar o Miyazaki?
I. F./ Miyazaki (sin olvidar a Isao Takahata).
¿Ves a la animación española compitiendo con la europea y la norteamericana?
I. F./ Irónicamente conozco poco el mundo de la animación en España porque he trabajado siempre en el extranjero, pero como ya he dicho creo que no hay “fórmulas secretas” a la hora de hacer películas de animación.
La clave está, precisamente, en dejar de intentar competir con nadie, y concentrarse en hacer buenas películas. Cuando uno intenta competir con algo suele acabar imitando aquéllo con lo que compite, y eso es una fórmula segura de fracaso. Miyazaki hace películas muy japonesas, Chomet películas muy francesas y Nick Park películas muy inglesas… el cine de animación español empezará a cosechar éxitos cuando haga películas muy españolas.
Cada vez son más las películas españolas que salen al mercado internacional y tienen éxito…
I. F./ Progresivamente el cine español va encontrando autores -y actores- con estilo y voz propios. No imitan, hacen sus películas, asimilando influencias muy variadas, películas con historias y personajes que les son cercanos.
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