Luis Argueta, director de Abrazos

"No considero que sea moral, ético ni aceptable que en EEUU se deporten a diario 1100 inmigrantes"

Luis Argueta, director de Abrazos

Luis Argueta, director de Abrazos. Conversamos con el documentalista neoyorquino de origen guatemalteco con motivo de su película «Abrazos»

Abrazos (2014) es la segunda película de una trilogía de Luis Argueta que se acerca al tema de la inmigración.

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Existe -dice el director- para mí una responsabilidad moral en cambiar un sistema de inmigración que fragmenta las familias”.

Argueta es el único director guatemalteco que, hasta la fecha, ha sido nominado al Oscar. Pudimos conversar con él con ocaión de la presentación de su película en Roma. El evento tuvo lugar en la Universidad de la Santa Cruz, auspiciado por la Embajada de Guatemala.

¿Puede presentarnos Abrazos?

Abrazos cuenta la historia de un viaje transformador de 14 niños ciudadanos estadounidenses, hijos e hijas de guatemaltecos que llevan 15-20 años viviendo en Estados Unidos sin autorización. Estos 14 niños viajan a Guatemala para conocer a sus abuelos por primera vez. Es el encuentro de dos generaciones, de este grupo de niños con sus raíces, el inicio de una consolidación de su identidad, y el descubrimiento de un mundo que no conocían.

Abrazos de Luis Argueta
Abrazos, de Luis Argueta

Una situación muy dura, muy actual…

Estos 14 niños son un microcosmos de los 4.5 millones de niños ciudadanos estadounidenses que viven en familias de status mixto, es decir, familias en la que uno de los padres es indocumentado.

Algo que mostramos es la zozobra en que viven estas familias, porque al salir de sus casas a trabajar, los padres no saben si van a volver por la noche a cenar con sus hijos o si van a ser detenidos, encarcelados y deportados. Y los niños, aunque no lo dicen, son muy conscientes de que pueden no volver a ver a sus padres, que sus padres pueden desaparecer. Y esto viniendo de un país en el que la gente desaparecía, es espantoso.

¿Cómo surgió el proyecto?

Este es un trabajo que yo no planeaba hacer. Hace seis años fui por primera vez a un pueblecito, en Iowa donde había ocurrido una espantosa redada de inmigrantes en la que la policía de inmigración se gastó 5.2 millones de dólares en arrestar a 389 trabajadores: hombres, mujeres y niños que estaban trabajando en una fábrica de carne en un pueblo de 2000 personas. Fui a verlo, porque no creía lo que estaba leyendo. Mi plan de estar cuatro días se convirtió en dos semanas, lo que iba a ser un único viaje se convirtió en 29 viajes a estados Unidos más 17 viajes a Guatemala para acompañar a las familias de algunos de los deportados y ese contacto, esa vida diaria con ellos, me transformó y me hizo darme cuenta de que mi labor es contar la historia de mis hermanos y hermanas inmigrantes. Así surgió la primera película (Abusados) y en una de las proyecciones, entre el público estaba Lisa Kramer, que se conmovió profundamente con la situación de estas personas y planeó llevar a estos niños nacidos en EEUU a visitar a sus abuelos. Me contó la idea y dije que quería hacer un documental de esto.

¿Por qué este título?

Al principio tenía un título muy largo que no me gustaba pero que era práctico, porque la definía. A medida que nos acercábamos al final de la producción, empezamos a buscar otro título y fue mi esposa la que me sugirió “Abrazos” y estaba ahí, en la película, porque varios de los inmigrantes dicen que, a pesar de que hablan con los padres por teléfono, a pesar de que les escriben, que los ven por Skype, no es lo mismo que darles un abrazo. Una de las protagonistas le dice a Lisa: “por favor, ve a Guatemala y dale un abrazo a mis padres de mi parte”.

Parece que hay una clara motivación personal que le lleva a embarcarse en el proyecto…

Existe para mí una responsabilidad moral en cambiar un sistema de inmigración que fragmenta las familias. No considero que sea moral, ético ni aceptable que en EEUU se deporten a diario 1100 inmigrantes. Esos efectos los sienten estos niños, estas familias de status mixto que viven con el miedo de regresar a casa y no encontrar al padre o a la madre.

¿En qué sentido esta película fue transformadora para usted?

Antes de ir a Iowa yo no sabía que tenía un hermano entre los inmigrantes y ahora sé que tengo un hermano en cada uno de los inmigrantes. Ellos me han devuelto parte de mi humanidad y me han hecho comprender que cada persona tiene una dignidad que respetar.

¿Y qué quiere conseguir con este documental?

Espero que esta película le toque el corazón a las personas que la vean y podamos llegar a cambiar esas leyes de inmigración que no funcionan, y que rompen familias.

¿Cómo se ha financiado el documental?

La producción se financió con el apoyo de Elisa Kremer, que es la productora ejecutiva. Ella y su esposo apoyaron el rodaje del documental. La posproducción la financiamos con mi trabajo y el de otros miembros del equipo “ad honorem” y con una campaña de Kickstarter (una plataforma de crowdfunding por internet). Recientemente hemos encontrado el apoyo de instituciones como UNICEF, ACNUR o Plan International para el proceso de subtitulado y de una guía de estudio para la película.

¿Tienen previsto estrenarla en Estados Unidos?

Sí, el plan es preparar una campaña de lanzamiento, buscar patrocinadores, presentarla en la televisión pública de Estados Unidos, y trabajar en un plan de distribución y proyección lo más extenso posible.

Últimamente pueden verse en las pantallas ficciones cinematográficas cuyos guiones se basan en la realidad ¿no le parece que sería muy interesante hacer una película de ficción con esta temática y lograr llegar a un público más amplio?

La ficción tiene un papel muy importante que jugar. Me gustaría hacer una ficción y tengo una idea sobre una película con este tema, pero yo creo que el acercarnos a los inmigrantes sin mediación de ficción, verlos a ellos a través del documental, ayuda a ver la realidad como es.

ABRAZOS – Trailer (subtítulos en español) from Luis Argueta on Vimeo.

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