Los lectores de FilaSiete, familiarizados con el mundo de las BSO, probablemente habrán reconocido el nombre del compositor sevillano Pablo Cervantes (You’re the one, Cuando todo esté en orden, Historia de un beso). Un tipo que a sus 25 años muestra temprana pericia en un arte difícil, sobre el que hemos podido conversar con calma.
¿Por culpa de quién está usted donde está?
Pablo Cervantes: La oportunidad de componer me la dio mi padre, que me proporcionó mi primer instrumento musical, un piano. Fue también el que me introdujo en el mundo de la televisión para hacer sintonías. Al cine he llegado de la mano de Garci.
La crítica especializada le vincula con Morricone, Barry o Rota…
Ante todo, me gusta que me comparen con ellos. Quizás dentro de la música de cine, los autores que ha citado sean mis referentes, pero es difícil afirmar por quién estás influido. Con la música pretendo apoyar lo máximo posible a las imágenes, pero sin irme tampoco por las ramas. Más que espectacularidad, mi música quiere ser emotiva. Para mí, emotivo no equivale a melancólico. Intento no dejar frío al espectador.
No ha faltado quien ha calificado su música de “demasiado antigua”. Quizás tenga algo que ver que ha hecho varios melodramas y parece sentirse cómodo.
Los términos temporales aplicados a la música creo que son incorrectos, porque, ¿usted consideraría antigua la música de los Beatles? Es más; me voy al siglo XVII, ¿es antiguo Bach? Yo creo que no, que están presentes en nuestro días. Tanto en You’re the one como en Historia de un beso es inevitable que la música vaya acorde con las épocas que retratan. Definitivamente, es un estilo clásico, que considero un adjetivo más propio que “antiguo”.
¿Cuál debe ser el peso de la música en una película?
La música es una herramienta más. No creo que la música dentro de una película deba tener especial relevancia, pero tampoco creo que deba ser un mero acompañamiento. La música tiene la importancia que pueda tener en un momento dado la interpretación de los actores. Como músico, tienes que apoyar y aunar esfuerzos entre todos para que la película guste al espectador y le produzca emociones.
Parece que recordamos las músicas de películas por un algo, por un leitmotiv…
Creo que sí, que se tiene que recordar algo. No sé componer sin encontrar unos motivos musicales. Estaría bien que al terminar la película recordásemos lo que nos han dicho los actores, lo que nos ha querido decir el director y lo que nos ha dicho la música también. Por eso no creo en el mero acompañamiento de las imágenes.
Por leitmotiv entiendo una frase musical que es fácilmente asimilable por el oyente y fácilmente reconocible con un par de veces que la haya oído. Considero que es bueno para la película, porque hace que el espectador sienta que la película es un poco suya, además de hacerle más familiar el trato con los personajes.
Y cómo anda de proyectos…
Ahora se estrena Hotel Danubio, de Antonio Giménez Rico. Para Eres mi héroe he hecho unas aportaciones, pero no la BSO.
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