El gusto por la belleza

El gusto por la belleza

· Estructurado en cuatro capítulos, El gusto por la belleza se abre con una entrevista realizada en 1979 a Rohmer, que trata sus escritos de la época de la famosa política de autores.

Hermoso y certero título para un libro recopilatorio que agrupa críticas del veterano cineasta, publicadas a lo largo de 30 años en diversos medios franceses (La Revue du Cinéma, Combat, Les Temps modernes, La nouvelle revue francai­se, Cahiers du Cinéma). La talla cultural de este incansable casamentero de palabras e imágenes queda al descubierto en estas páginas, que impulsan al disfrute primerizo o reincidente de jardines tan interesantes como La rodilla de Clai­re o La marquesa de O.

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Nacido Jean-Marie Scherer el 4 de abril de 1920, en Nancy, Rohmer fue profesor y luego periodista y editor. Jefe de redacción (1957-1963) en Cahiers du Cinéma, rueda cortometrajes en los 50. A la vez que Goddard y Truffaut, estrena en 1959 su primer largo Le signe du lion, que produce Claude Chabrol. Con Mi noche con Maud (1968) se gana el aplauso de la crítica internacional. La marquesa de O (1976) y Per­ceval le Gallois (1978) son muestras del dinamismo innovador de Roh­mer, que en los 80 afronta su segunda serie de filmes (7), bautizada Comedias y pro­verbios. La tercera de sus series temáticas, Cuentos de las cuatro estaciones, ofrece una exquisita depuración en el verano y el otoño.

Estructurado en cuatro capítulos, se abre el libro con una entrevista realizada en 1979 al director de La inglesa y el duque, que tiene el interés de hacernos llegar la postura de un consagrado Rohmer sobre sus escritos de la época de la famosa política de autores. En este sentido, el propio Roh­mer acla­ró a Nar­bo­ni que su percepción se modificó sobre todo en lo tocante a su valoración del resto de las artes, ya que en un principio, y según su propia definición, él era un aficionado del cine que no veía más allá de eso y pen­saba que las demás artes mori­rían de un momento a otro y serían reemplazadas por éste.

En realidad, su propia carrera como director cinematográfico indica la variación de esta postura, ya que tal vez se trate del director de la Nouvelle Vague más emparentado con el teatro, la pintura, la música y la literatura. No en vano Rohmer, que fue profesor de literatura, tiene un libro recientemente editado sobre música titulado Ensayo sobre la noción de profundidad en la música. De Mo­zart a Beetho­ven.

«La época clásica del cine» es el capítulo inicial de El gusto por la belleza, y reúne artículos que sondean cuestiones estéticas como el espacio y el tiempo, el uso de la palabra, el color y algunas opiniones sobre vanguardias y clasicismo. «Por un cine impuro», la segunda parte, alude a la exhortación lanzada por André Bazin y se detiene en las relaciones entre literatura y cine, con atención especial a la adaptación. En el capítulo tercero, «Política de los autores», Rohmer ensalza el genio de Rosselli­ni, Hawks, Hitchcock, Cukor y Welles. En el tramo final, el cine de Jean Renoir es el protagonista absoluto. Roh­­mer escribe sus mejores páginas buceando en la obra del autor de El río, «el menos teatral de los cineastas, el que va más lejos en la crítica del teatro y, al mismo tiempo, el más cercano al teatro».

El gusto por la belleza
Eric Rohmer
Traducción de J. Torrell
Paidós. Barcelona, 2000
288 páginas

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