Crueldad intolerable: Territorio Coen

Quizás Fargo siga siendo la cumbre artística de los hermanos Coen, pero desde luego Crueldad intolerable es una película muy grande que demuestra la excepcional dotación cómico-satírica de este par de cineastas-cinéfilos que ya nos encandilaron con aquella divertida, inteligente, alocada y deliciosa patochada titulada O’Brother.

Un imbatible abogado matrimonialista (Clooney) litiga contra una mujer (Zeta-Jones) que solicita el divorcio por la infidelidad de su marido. El embrollo legal se mezclará con el personal, dando lugar a una comedia de altísimo vuelo y ritmo perfecto en un 88% del metraje, que se sirve de las lecciones muy bien aprendidas que los Coen han tomado de gente como Capra, Hawks y Lubitch (se sirven, casi no parodian: ese matiz es muy importante).

El soberbio trabajo interpretativo aconseja la V.O. para que la fiesta sea completa. Apa­bullante nivel técnico (fotografía, montaje, dirección artística, vestuario, música), y una magistral escritura y puesta en escena de diálogos. Para colmo, la película -como ya ocurría con El gran Lebowski– tiene más miga de lo que parece y permite una lectura sociológica muy sabrosa, servida en el ame­nísimo formato de una ácida y a ratos salvaje relectura de la high comedy. Como suele ser habitual en los Coen, ha faltado contención y han sobrado gags y metraje, detalles que nos hacen reservarnos la 5ª estrella.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Roger Deakins
  • Música: Carter Burwell
  • Distribuidora: UIP

EE.UU., 2003. Estreno en España: 24.10.2003

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Reseña
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Profesor universitario de Narrativa Audiovisual, Historia del Cine y Apreciar la belleza. Escritor