El regalo

El regalo: Muy hábil, Joel

· El regalo | El guion, que parte de terrenos muy conocidos, a medida que se desarrolla, sorprende continuamente, nada es lo que parece o lo que uno imaginaba.

La película comienza con el traslado de Simon y Robyn, de Chicago a Los Angeles, ciudad donde Simon se crió. Se trata de un matrimonio joven y feliz, él es ejecutivo en una empresa informática, ella es decoradora de interiores; las cosas van bien. Un día, de compras, Simon encuentra a Gordo, un viejo compañero de colegio de quien no se acordaba. Se intercambian invitaciones. Gordo resulta ser un hombre extraño, y su presencia -llena de atenciones por otra parte- se hace cada vez más constante e incómoda.

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El australiano Joel Edgerton escribe, dirige, interpreta y produce esta película que, como los diversos regalos que Gordo ofrece a Simon y Robyn, resulta una muy interesante sorpresa.

El guion, que parte de terrenos muy conocidos, a medida que se desarrolla, sorprende continuamente al espectador. Nada es lo que parece o lo que uno imaginaba. Inicialmente vemos a la amable pareja ideal que se encuentra con el extraño amigo que podría convertirse en horrible acosador; después se adivinan extraños secretos; luego están las sensaciones de miedo e inseguiridad, las sospechas…

Un puñado de elementos clásicos, manejados con habilidad, que giran -sin estridencias ni engaños- de una manera inesperada que interesa cada vez más al espectador.

Edgerton ha construido una suerte de thriller que además contiene una carga de profundidad contra un tipo de cultura empresarial en la que todo vale con tal de triunfar, y que es fomentada desde la infancia. A esa infancia agresiva está reservado el último tramo de la película, que ilumina las soberbias interpretaciones de Jason Bateman, Rebecca Hall y el propio Joel Edgerton, modelo de inteligencia y sutileza, que han estado enviando mensajes todo el tiempo, pero que solo al final se entienden del todo.

La fotografía de El regalo, excelente y expresiva, es obra del barcelonés Eduard Grau, que recientemente fotografió Sufragistas.