La delgada línea roja: Un drama bélico cargado de esperanza

La delgada línea roja | Emociona comprobar ante la visión de este film cómo no sólo no hay géneros pasados de moda, sino que una buena historia traspasa los límites de lo que se cuenta y cala en la sensibilidad reflexiva y afectiva del espectador.

La conquista en la isla de Guadalcanal de la colina 210 por una compañía de marines en plena II Guerra Mundial da pie en la novela de James Jones y en el depurado guión que Malick ha creado (llevaba 7 años elaborándolo) a un impresionante recorrido por lo que da de sí la condición humana cuando se ve enfrentada a situaciones donde la vida está en juego. Cuando encaramos la muerte cobra un significado distinto la vida.

La riqueza de matices de los personajes que Malick nos va presentado en La delgada línea roja con la ayuda de la voz en off, con sus vivencias personalizadas e interiorizadas, muestra el absurdo de la guerra, el escepticismo egoísta, la rebeldía solidaria, la fuerza del amor, el deseo de inmortalidad, etc… que sus protagonistas representan. Y todo esto en el marco de una naturaleza exuberante, mágica, envolvente, que la brillante fotografía de John Toll recoge con infinidad de detalles y que se convierte en referente de lo que acontece.

La dirección e interpretación de los actores es magnífica. Atrae ver cómo figuras consagradas (Travolta, Clooney, Harrelson) aceptan un papel mínimo, y actores noveles, como Caviezel, tienen mayor protagonismo. Estupendos Nolte, Cusack y Penn.

Resulta imposible obviar la comparación con Salvar al soldado Ryan de Steven Spielberg, con la que compite en la carrera final de los Oscar. Sin quitarle mérito a la película de Spielberg, considero que Malick dota de mayor hondura y amplitud de miras tanto a la crítica antibelicista como a la construcción y variedad de los personajes. Quizás el gran público conecte mejor con el sentido del ritmo de Spielberg, pero Malick, con su «lentitud», sumerge al espectador en un mundo donde nos encontramos con nosotros mismos sin miedo a las preguntas ni al compromiso con las respuestas.

Merecía la pena esperar 20 años a Malick -su último film, Días de cielo, es de 1978- para ofrecernos una obra tan madura, tan acabada, que, sin lugar a dudas, engrosará los títulos de oro de la historia del cine bélico.

Ficha Técnica

  • Fotografía: John Toll
  • Música: Hans Zimmer
  • Montaje: Leslie Jones, Saar Klein, Billy Weber
  • Duración: 171 minutos
  • País: EEUU 1999.
  • Estreno en España: 19 de Febrero 1999.
Suscríbete a la revista FilaSiete