Maravilloso Boccaccio

Maravilloso Boccaccio: El Decamerón a lo Taviani

· Una cinta que no es excelente porque el valor de cada historia es diverso, y las farsas no pasan de dignas, pero sí es una obra valiosa, interesante, bella.

Como todos saben, o sabían, Boccaccio escribió El Decamerón, novela río situada durante la peste en Florencia en el siglo XIV. Diez jóvenes, siete mujeres y tres hombres huyen de la plaga y se refugian en un caserón de la Toscana. Durante diez días, sin otra obligación que dejar que pase el tiempo, deciden que cada jornada uno de ellos contará una historia. Los hermanos Taviani, después de una tremenda representación de la ciudad enferma, muestran una bellísima Toscana y cinco relatos inspirados en los de Boccaccio, entre ellos el de la mujer dada por muerta por su marido, la del simplón que llegó a creerse invisible, o la del jardinero: amante de una monja a la que visita por la noche (tanto el original como esta versión deja claro que la ingresaron muy joven y sin vocación en el convento). Los relatos son desiguales y queda claro que los veteranos hermanos están más cómodos con un texto trágico que con uno cómico.

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Los hermanos Taviani, Paolo y Vittorio, ya son octogenarios y llevan cerca de sesenta años en el oficio; comprometidos políticamente, hace una década parecía que habían agotado su carrera y que El destino de Nunik sería su última película, pero la sorprendente César debe morir supuso un nuevo comienzo, más reflexivo, más acorde con la edad de estos cineastas. Maravilloso Boccaccio se sitúa en la misma línea.

A los ochenta años y sin tener que demostrar nada, los hermanos Taviani apuestan por la sencillez; su puesta en escena es de una sobriedad exquisita, favorece los planos fijos con composiciones cuidadas, dejando que la luz -a menudo natural- destaque la belleza de los actores, decorados y sentimientos; el cuento del halconero recuerda a Rohmer. Los jóvenes actores no son conocidos. La banda sonora, sobria, elegante, perfecta para esta historia.

Una cinta que no es excelente porque el valor de cada historia es diverso, y las farsas no pasan de dignas, pero sí es una obra valiosa, interesante, bella.