Spotlight: Un thriller periodístico a la caza del Oscar
· Spotlight no es una película sobre la pederastia en la Iglesia, sino sobre la concreta investigación de estos abusos.
En el año 2002 el equipo de investigación del Boston Globe, que publicaba su propio suplemento llamado Spotlight, empieza a indagar en algunos casos de pederastia cometidos por sacerdotes católicos. El objetivo de este grupo de reporteros es conocer el alcance de estos delitos y averiguar si el obispo de Boston, el cardenal Bernard Law, encubrió de alguna manera los hechos. El resultado de la investigación fue un durísimo reportaje que ganó un premio Pulitzer y que terminó provocando la dimisión de Law.
Desde la enérgica actuación de Benedicto XVI y su famosa tolerancia cero -seguida punto por punto por el Papa Francisco-, el crimen de la pederastia se conoce, se persigue y se condena. Y dentro del lógico rechazo y escándalo que supone (para creyentes y no), el católico sabe que está en buenas manos: pertenece a una iglesia que pone delante de dos tribunales (el civil primero y el eclesiástico después) a cualquier sospechoso. De hecho, el código antipederastia de la Iglesia católica ha servido como base para códigos similares posteriores de otras organizaciones.
Eso no ocurría hace quince años. Desgraciadamente la pederastia existía en la Iglesia católica (menos que en otras instituciones y más que en otras, pero existía), sin embargo, el modo de atacarla (como también en otras instituciones) era absolutamente desafortunado: un parche que terminó en algunos casos perpetuando el delito.
Que en este cambio hayan influido los medios de comunicación dando publicidad a estos casos no lo duda nadie. Como tampoco duda nadie que, en el ánimo de estas publicaciones, había desde un sincero y siempre loable afán de llegar a la verdad hasta un deseo menos loable de atacar a la Iglesia católica. Unos y otros ayudaron en el fondo a una renovación y cambio necesarios.
Spotlight no es una película sobre la pederastia en la Iglesia, sino sobre la concreta investigación de estos abusos. Aunque estemos ante un tema dramático y doloroso, la película no es un drama sino un thriller periodístico en toda regla. Y es, me parece, en esta clave en la que se puede y debe juzgar la película (otra cosa es que, al ser un tema que interpela, habrá quien eche de menos más dureza en la denuncia y otros que critiquen que en ningún momento aparezca el contrapunto de los miles de sacerdotes ejemplares).
Como thriller periodístico, Spotlight funciona muy bien y se entienden sus nominaciones a los Globos de Oro. En la sala de mandos hay todo menos advenedizos. Tom McCarthy (Win, win, The Visitor) con la ayuda de Josh Singer (guionista de El ala oeste de la Casa Blanca) en el guion construye un relato sólido, bien documentado y, en cierto modo, poliédrico (en la red de encubridores hay jefes de la Iglesia… pero también periodistas perezosos) que va dando voz a los diferentes protagonistas de la investigación y desmadejando la laboriosa trama de dolorosos sucesos. Hay que agradecer que, aunque hay algún pasaje duro y explícito, hay también un visible empeño para no caer en el morbo. En este sentido el tono clásico -que recuerda a algunos memorables thrillers periodísticos- le sienta bien al relato y ayuda a una cierta contención, también en sus episodios más críticos y en sus breves momentos militantes y parciales (que alguno también hay).
Por otra parte, McCarthy vuelve a demostrar su buena mano en el casting: un cuarteto de periodistas absolutamente convincente, interpretado por actores muy solventes, a los que acompaña un Stanley Tucci en un personaje tan antipático como creíble.
Ficha Técnica
- Dirección: Thomas McCarthy,
- Guion: Josh Singer, Thomas McCarthy,
- Intérpretes: Mark Ruffalo, Liev Schreiber, Stanley Tucci, Rachel McAdams, Michael Keaton, John Slattery,
- Fotografía: Masanobu Takayanagi
- Montaje: Tom McArdle
- Música: Howard Shore
- Duración: 128 min.
- Público adecuado: +18 años (VD)
- Distribuidora: eOne
- EE.UU., 2015
- Estreno en España: 29.1.2016