McMafia

McMafia: Crimen globalizado

· McMafia: Seriously Organised Crime es el libro del periodista Misha Glenny publicado en 2006 que ha sido adaptado por el iraní Hossein Amini.

Con motivo de la adopción de unas medidas anticorrupción y del estreno de esta serie de la BBC, John Penrose, diputado conservador y recién nombrado por el gobierno de Theresa May alto cargo del equivalente británico al ministerio de Hacienda español, declaró en enero de 2018 que «si McMafia sirve para informarnos de las conexiones entre lavado de dinero, moderna esclavitud, tráfico de drogas y crimen organizado en nuestra City y en el mundo entero, en ese caso no es únicamente un programa de entretenimiento sino que habrá contribuido al cambio de actitudes».

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Las declaraciones salían al paso de la recepción de la serie en el Reino Unido y la fascinación de algunos con el Global Crime Incorporated que usaba la serie en la campaña de promoción. Como venimos comentando desde hace tiempo, los creadores de series de ficción están cada vez más atentos al hoy y ahora de las sociedades en las que se ambientan las historias que cuentan, que en el fondo son versiones o relecturas de clásicos (en el caso de McMafia, de El Padrino, en la trama principal y en algunas secundarias).

McMafia: Seriously Organised Crime es el libro del periodista Misha Glenny publicado en 2006 que ha sido adaptado por el iraní Hossein Amini (el guionista de Drive y de The Alienist, una morbosa serie en emisión sobre un psiquiatra, un periodista de sucesos y una secretaria del jefe de la policía que investigan los atroces crímenes en Nueva York a principios de siglo XX de un asesino en serie en ambientes de prostitución infantil, que protagonizan Daniel Brühl, Dakota Fanning y Luke Evans). Glenny es productor ejecutivo.

La primera temporada de McMafia se ha cerrado con 8 capítulos y veremos si hay continuación. Blanqueo de capitales, fondos de capital riesgo, acuerdos internacionales para explotar el tráfico de drogas, trata de blancas. Ese es el paisaje. Las figuras son rusos de un clan familiar afincado hace años en Londres al perder el apoyo del Kremlim. Los dos hijos del paterfamilias, un mafioso y criminal, han estudiado en Inglaterra y por el momento no se han introducido en actividades delictivas.

Franquicia criminal

Con un casting liderado por James Norton (el príncipe Andrei en la excelente Guerra y Paz de BBC), la serie funciona bien y logra lo que pretende: dar miedo. Miedo porque el ambiente no es el de Promesas del Este (Cronenberg, 2007). Es el de las grandes casas en los barrios top de la capital, mansiones de Belgravia, Knightsbridge y Chelsea; oficinas en la zona financiera de Canary Wharf y el Shard; reuniones «empresariales» en París, Bombay, Praga y Tel-Aviv, fiestas en lujosas casas frente al mar, escorts (chicas secuestradas y vendidas que viven esclavizadas), guardaespaldas, asesinos a sueldo…

Alex Godman (Norton), el hijo del mafioso, se verá obligado -muy a su pesar y del de su novia inglesa (Juliet Rylance)- a meterse en los negocios de su padre, y comprobará que en el mundo del hampa las cuentas no se saldan fácilmente. La delincuencia organizada aplica a su sector las estrategias del capitalismo. En este caso, las franquicias y de ahí el título.

El descenso a los infiernos de Alex y los severos daños colaterales son tremendos. La acumulación melodramática de conflictos familiares puede resultar excesiva, pero es una forma de hacer ver que la normalidad de lo anormal es aparente. No es algo que no se haya contado antes, pero la contemporaneidad y los lugares conocidos impactan.

El lavado de dinero, los sobornos para que se permita el tráfico de drogas, la producción en países que viven casi por completo de los cultivos de opio (como Afganistán) son las claves de una serie dura e implacable que intenta sustraerse de la mítica y la retórica del encomio al gánster a la fuerza.

El nivel de producción es bastante bueno (buen recurso el uso del inglés y el ruso) y la brevedad del formato (8 capítulos) hace que la narración avance con vigor y dramatismo.

El nivel es similar al de la miniserie The Night Manager, aunque con menos calidad en los personajes y en la trama.