Antes del atardecer

Antes del atardecer: Nueva «película de culto»

Antes del atardecer | Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy), protagonistas de la película de culto Antes del amanecer, se vuelven a encontrar. Han transcurrido nueve años -es cierto-, y el encuentro ha sido largamente deseado por ambos. Esta vez están en París, Jesse ha acudido para presentar la edición francesa de su último libro, una versión novelada de su romance con Celine, y ella ha acudido a la librería como una admiradora más, para ver qué ha sido de él. Se reconocen, y aprovechan para hablar las dos horas que tienen antes de que él tome el vuelo de regreso a Nueva York.

Antes del atardecer contiene apenas 80 minutos de metraje, que son 75 minutos de diálogo rodado en tiempo real, pero con una planificación magistral y un contenido admirable por dos razones que hay que mencionar: nada desentona respecto a la primera película ni respecto al sentido común. El uno y el otro reaccionan como dos personas normales, se hacen las preguntas lógicas, introducen los temas de conversación convenientes, dejan que pase el tiempo y calibran a su oponente antes de entrar a los temas que de verdad les interesan y, dando tiempo al tiempo, llenan un vacío de nueve años.

Los actores están admirables, y dejan que sus expresiones reflejen muy a las claras la evolución de los sentimientos de sus personajes.

Nada es perfecto en ese mundo, hay temas, hay conversaciones que no serán del agrado de todos. Cada uno tiene la opinión de que comparte mucho con los protagonistas y de que discrepa mucho también. Ninguno de los dos es un ángel. Pero no es de eso de lo que se trata, sino de una historia que empezó hace 9 años y que podría haber evolucionado de otra manera, y ha terminado así.

El final es perfecto, al igual que su cortometraje, simplemente lo justo. Ninguno de los que tienen Antes del amanecer en el apartado «película de culto» se sentirá defraudado ante esta singular secuela.