El regreso

La cámara sigue con fruición y mucha plástica diversas realidades que deben entrañar una suerte de simbolismo no asequible para los simples mortales

El regreso, de Andréi Zviáguintsev,

El regreso: Cine interactivo

El regreso | Premiada -con la sorpresa de muchos críticos asistentes- con el León de Oro y el premio a la mejor opera prima en el Festival de Venecia, seleccionada por Rusia para los Oscar, esta película producida por el fundador de Ren TV (la primera cadena privada de aquel país) trata -según su director- de la encarnación metafísica del alma de la Madre hacia el Padre. Intenciones aparte, el resultado no va más allá de un abstruso y moroso capítulo de paisaje (el lago Ladoga) con figuras (un padre y dos hijos que van de pesca) que obliga al espectador a enfundarse el mono y poner todo o casi todo, paciencia incluida.

Puestos al juego interactivo, se puede aventurar sin temor a equivocarse-acertar que el padre que vuelve después de una larga ausencia podría ser el líder de los rebeldes chechenos que ha venido a buscar el principio activo de una bomba atómica. Porque uno de los guionistas es físico, supongo que de la materia condensada o algo peor.

La cámara sigue con fruición y mucha plástica el vuelo de una gaviota, la rodada de un automóvil y otras realidades (el montaje de una tienda de campaña o el calafateo de una barca) que deben entrañar una suerte de simbolismo formalista cabalístico no asequible para los simples mortales. El director, que ha hecho publicidad para TV y realizó estudios de interpretación en la Escuela de Teatro de Moscú, tiene 40 años y admira a Antonioni. Acabáramos.

Ficha Técnica

  • Montaje: Vladimir Mogilevsky
  • Música: Andrey Dergatchev
  • País: Rusia  
  • Distribuidora: Golem

Vozvrashchenie, 2003

Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil