El traidor: La lucidez de un anciano
· El traidor | Estreno 5 de diciembre de 2019.
· Estamos a principios de los años 80 y la presencia de la mafia siciliana es más fuerte que nunca. Tras una tregua entre las distintas familias de Sicilia, el mafioso Tommaso Buscetta decide huir y esconderse en Brasil.
Con 77 años, el italonorteamericano Martin Scorsese ha rodado una película muy poderosa (El irlandés), con una lucidez y una frescura envidiables para acercarse al crimen organizado. Con 80, Marco Bellocchio derrocha maestría en su fresco sobre la Cosa Nostra. Scorsese y Bellocchio son dos ancianos en el mejor momento de sus carreras. Tras una extensa filmografía, Bellocchio no se amedrenta ante la mafia italiana y se acerca nuevamente al cine negro con una poderosa crónica política, porque Bellochio siempre ha sido muy político (en el sentido literal del término, se presentó a las elecciones generales de 2006 con el partido Rosa nel Pugno). La película está rodada en Brasil, Londres, Alemania e Italia.
Estamos a principios de los años 80 y la presencia de la mafia siciliana es más fuerte que nunca. Tras una tregua entre las distintas familias de Sicilia, el mafioso Tommaso Buscetta decide huir y esconderse en Brasil, dejando atrás a dos de sus hijos. Al poco tiempo de irse, la guerra regresa a la familia criminal. Buscetta es extraditado y confiesa ante el juez Giovanni Falcone en contra del crimen organizado a cambio de su seguridad, traicionando de este modo el código de honor siciliano, convirtiéndose así en la mayor vergüenza para la Cosa Nostra.
Tras 55 años de carrera, Bellocchio recoge lo mejor del cine social con El traidor, y da muestra de una planificación y montaje dignos de mención gracias a una historia presentada en tres actos. Primero se retratan las inseguridades y desperfectos de las familias mafiosas, las violentas escenas criminales narradas con sobriedad inyectan realismo. Luego, una trama judicial, un circo en el que aflora la suciedad y gravísimas acusaciones de connivencia al primer ministro Giulio Andreotti. Finalmente, un tercer acto para la traición, el miedo, la culpa y la soledad.
El anciano director de Las manos en los bolsillos (1965) cuenta con unos actores maravillosos. Destaca Pierfrancesco Favino (premiado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla), quien da vida a Tomasso Buscetta, “un hombre valiente que quiere salvar su vida y la de su familia, y en cierto modo un conservador por su nostalgia de una mafia que lo ha criado” como le define Bellocchio.
La música ligera, de Nicola Piovani, sobresale en contadas escenas (como en la segunda versión del tema principal de la película, cantada originalmente por un Buscetta ya anciano) pero no tiene excesivo peso en el conjunto. La escritura de diálogo ofrece a los personajes el control de los 145 minutos de metraje, que podrían aligerarse con flashback prescindibles. El director italiano tira también de imágenes de archivo para reconstruir con fidelidad los hechos, mostrando así, con notable puesta en escena y altas dosis de realismo, las dos caras de una misma moneda, la de un “villano convertido en héroe” y, por otro lado, la de los acusados, demonizando así la hipocresía y su execrable moral, muy presente en gran parte de la cinta.
Bellocchio, fiel a su trayectoria, vuelve a explorar un oasis decadente, ridículo e inhumano (son significativos los animales con los que el director representa a algunos personajes). La angustia del que mira siempre hacia atrás y vive atrapado en un pasado del que no se puede escapar.
Ficha Técnica
- Dirección: Marco Bellocchio,
- Guion: Marco Bellocchio, Valia Santella, Ludovica Rampoldi, Francesco Piccolo,
- Intérpretes: Luigi Lo Cascio, Pierfrancesco Favino, Maria Fernanda Cândido, Fabrizio Ferracane, Fausto Russo Alesi,
- Fotografía: Vladan Radovic
- Montaje: Francesca Calvelli
- Música: Nicola Piovani
- Duración: 145 min.
- Público adecuado: +18 años (VX)
- Distribuidora: Vértigo
- Italia (Il Traditore), 2019
- Estreno: 5.12.2019