Evelyn

Una cinta pequeña y efectiva que aborda un caso histórico: la lucha de Desmond Doyle (Pierce Brosnan) por recuperar la custodia de sus hijos

Evelyn, de Bruce Beresford

Evelyn: No sin mis hijos

Último trabajo del irregular realizador australiano Bruce Beresford (Gracias y favoresPaseando a Miss Daisy, Doble traición), Evelyn es una cinta pequeña y efectiva que aborda un caso histórico: la lucha de Desmond Doyle (Pierce Brosnan) por recuperar la custodia de sus hijos, internados en orfanatos tras el abandono de la madre y esposa, en la Irlanda de 1953. Además de ser el protagonista, Brosnan ha impulsado esta obra a través de su productora, Irish DreamTime.

La manida frase «basado en hechos reales» que abre la película hace temer lo peor: que estemos ante uno de esos productos con los que ciertas cadenas de televisión intentan hacernos más llevadera la siesta del fin de semana. Sin embargo, a los pocos minutos el espectador comprueba que Evelyn es, cuanto menos, un producto digno. Se nota que detrás hay esfuerzo e ilusión por contar (bien) una historia. Es cierto que Beresford cae a veces en la sensiblería más facilona, utilizando la música de raíces irlandesas de Stephen Endelman, tan hermosa como omnipresente, con el descarado fin de emocionar al espectador a toda costa. Afortunadamente, estas trampas sólo se producen en un par de ocasiones y el resultado final no se ve perjudicado.

Evelyn, de Bruce Beresford

En la parcela interpretativa destaca el esfuerzo de Pierce Brosnan, despojado del traje de Bond, para explorar nuevos registros y demostrar que es algo más que un ‘cuerpo Danone’. Su actuación es más que correcta. Al que escribe le recordó por momentos, en ciertos ademanes, a aquellos hombres de buen corazón que bordaba James Stewart.


El guión, firmado por Paul Pender, está bien resuelto y mezcla con habilidad la trama judicial con las personales. Los diálogos desprenden esa sorna tan irlandesa cuando la ocasión lo requiere. Se le pueden reprochar ciertas lagunas a la labor de Pender, como la escasa presencia que da a los dos vástagos del protagonista en comparación con la que concede a la hija que da título a la película. También es cierto que la «desaparición» de los niños pueda deberse a recortes en la sala de montaje, pero de una u otra forma el personaje de Evelyn sale ganando. La cría, a pesar de su corta edad, está convincente y contenida y hace creíble la dificultad de su papel: una niña poseedora de una fe religiosa conmovedora e inquebrantable, a pesar de los golpes de la vida.

Una película tierna, si se quiere algo blandita, pero cargada de buenas intenciones. Previsible (el final se aventura nada más ver el cartel promocional), pero contada con ritmo y elegancia.

Ficha Técnica

  • Fotografía: André Fleuren
  • Montaje: Humphrey Dixon
  • Música: Stephen Endelman
  • País: Irlanda/EE UU/Alemania/ReinoUnido/Holanda
  • Distribuidora: DeAPlaneta
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