Pancho, el perro millonario

Pancho, el perro millonario: Perro, perrito, perrete

Pancho, el perro millonario. A Tom Fernández (La Torre de Suso, ¿Para qué sirve un oso?) se le ocurrió la idea de esta película en unos Goya a los que Pancho -el conocido perro del anuncio tan simpático de la lotería, hace ya casi diez años- acudió como un artista invitado más, entre las estrellas de nuestro cine.

Pancho, millonario porque le robó el billete de lotería a su dueño Ramiro Benítez, vive en su mansión con Alberto (Ivan Massagué), su abogado y cuidador personal. Pero un buen día Montalbán, un millonario sin escrúpulos, les hace una oferta que propiciará una serie de aventuras, en las que también se verá implicada Patricia (Patricia Conde), secretaria de Montalbán.

Fernández nominado a los Goya por la comedia La Torre de Suso (2007), se perfilaba por entonces como un director prometedor. Su siguiente comedia ¿Para qué sirve un oso? (2011) decepcionó. Y ahora, con esta tercera película queda claro que no va a mejor. Es perfectamente comprensible que Fernández haga una comedia infantil. Pero no que se ponga el listón tan bajo. Lo que intenta ser un producto familiar, amable y divertido, es algo simplón, aburrido a partir de los 15 minutos.

Las interpretaciones son malas, con un cansino tono sobreactuado de sitcom de tercera, sin química, sin salero. Los momentos más divertidos son los del perro, que posiblemente fueron los que arrancaron la risa de los más pequeños, a su paso por el Festival de Cine de Málaga.