Cuenta atrás: Adrenalina
Cuenta atrás | Buen thriller francés, con acción, suspense y actores muy solventes.
Cuenta atrás confirma que Fred Cavayé, un joven director francés, maneja con habilidad las convenciones y códigos que caracterizan el buen thriller. El director debutó en 2008 con otro thriller, Cruzando el límite (Pour elle), que recientemente sirvió de base para el remake titulado Los próximos tres días, que Paul Haggis realizó con Russell Crowe y Elizabeth Banks como protagonistas.
Cavayé se siente muy cómodo en este terreno y nos presenta un filme cargado de acción y suspense que no deja respirar al espectador, al que mantiene clavado en la butaca y sufriendo por el protagonista en todo momento. El director declaró que su intención era “hacer una película lúdica, proporcionar placer al espectador a medida que va siguiendo las peripecias de los diferentes personajes”, y que “el espectador se siente en la butaca como si estuviera en una montaña rusa”.
La premisa es similar a la de su primer trabajo: un hombre corriente ve cómo su vida cambia radicalmente al verse involucrado involuntariamente en una trama de corrupción. Samuel (Gilles Lellouche) es un hombre corriente que vive feliz con Nadia (Elena Anaya). Esperan su primer hijo. Él trabaja en un hospital. En la unidad de cuidados intensivos ingresa un mercenario que está bajo vigilancia policial.
Con un montaje frenético y vivo ritmo, elementos infrecuentes en el cine del país vecino, Cavayé crea puro cine de acción y, sin disponer de los macropresupuestos de Hollywood, nos muestra a nuestro protagonista huyendo a pie por un entresijo de calles, autopistas y metros, contribuyendo a crear una atmósfera diferente, original y oscura de París. Destaca el buen trabajo de fotografía con el que construye una imagen claustrofóbica de la ciudad, huyendo de la típica postal parisina con sus edificios monumentales y emblemáticos.
La trama, bien edificada sobre sorpresas y giros, no se adentra en las relaciones psicológicas y emocionales de los propios personajes -desaprovecha una oportunidad de explorar las relaciones entre dos personajes tan distintos como son el protagonista y el mercenario- sino que se sostiene sobre la acción, llegando incluso a generar situaciones un tanto inverosímiles. En definitiva, puro género, tensión y suspense que, en 84 minutos de ritmo trepidante, provoca que una vida apacible pronto se convierta en una olla a presión. Es aquí donde la calidad de las interpretaciones, así como la brillante dirección de actores, se deja notar más allá de las sorpresas de la historia.
Destaca la soberbia actuación de Gilles Lellouche (Pequeñas mentiras sin importancia, No se lo digas a nadie), que se mantiene firme y convincente, capaz de empatizar con el espectador y hacernos creíble su infierno. El reparto lo completan un fascinante Roschdy Zem, que construye un personaje enigmático e indestructible, y Gérard Lanvin, el corrupto jefe de policía capaz de cualquier fechoría. Y desde luego no podemos olvidarnos de una Elena Anaya que, sobrada de recursos, compone un personaje intenso. La nueva musa de Almodóvar comienza a consolidar su carrera más allá de nuestras fronteras.
En resumen, una película que entretiene, llena de sorpresas y que se disfruta sin tiempo para pensar en los posibles agujeros dramáticos del guión. Cautivó en Francia y reunió a más de un millón de espectadores.
Lilián González
Ficha Técnica
- Dirección: Fred Cavayé,
- Guion: Fred Cavayé, Guillaume Lemans,
- Intérpretes: Elena Anaya, Roschdy Zem, Gilles Lellouche, Gérard Lanvin, Mireille Perrier, Claire Pérot,
- Fotografía: Alain Duplantier
- Montaje: Benjamin Weil
- Música: Klaus Badelt
- País: Francia
- Duración: 84 m.
- Público adecuado: +16 años (violencia)
- Distribuidora: A Contracorriente
- Estreno: 17.2.2012
À bout portant, 2010