Emily

Emily: La familia Brontë

· Crítica de Emily | Estreno 13 de enero de 2023.
· Las hermanas eran más parecidas de lo que cuenta O’Connor, y los comienzos del XIX fueron duros para todos, especialmente si vivían en Haworth.

«Tu libro es malo», dice Charlotte a Emily al comienzo de la película, y ésta se desarrolla en un largo flash back, contando la historia de la familia Brontë tal y como la imagina Frances O’Connor. Los británicos están justamente orgullosos de Jane Austen, a la que siguen Brontë. Pocas veces se habla de ellas en singular. Son las autoras de Cumbres borrascosas, de Jane Eyre, de Agnes Grey; la primera es de Emily, la segunda de Charlotte, la tercera de Anne. La literatura, la biografía y la leyenda han perseguido a las hermanas desde el día que publicaron su primera historia. Los Brontë vivían en Haworth, en los páramos de Yorkshire. El padre era clérigo local y, dicen, muy austero. Sociedad recluida y aislada por un clima hostil. Hubo dos hermanas mayores que fallecieron de tuberculosis bastante jóvenes. Las otras tres y su hermano Branwell vivieron recluidos, refugiados en un mundo de fantasía. Los cuatro murieron jóvenes. Emily, Branwell y Anne con pocos meses de distancia, a los treinta años recién cumplidos. Charlotte les sobrevivió diez años. Cumbres borrascosas es una novela singular, de pasiones desatadas, dura, atípica y contribuyó a la leyenda de Emily.

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La actriz Frances O’Connor, que interpretó a Fanny en Mansfield Park -la mejor novela de Jane Austen-, debuta como directora y guionista de este melodrama -no llega a biopic- sobre Emily Brontë (1818-1848). Con muchos datos reales y algunos inventados -como los escarceos amorosos con el asistente de su padre-, construye una interpretación legítima pero errónea de la novelista. Es fácil reprochar al siglo XIX no ser el siglo XXI y volver al tópico de una mujer adelantada a su época, un espíritu libre, y pintar a los demás con colores sombríos. Eso ya se ha hecho. Lo que no se había hecho era pintar tan mal a Charlotte y a Anne para ensalzar a Emily, mujer liberada. Las hermanas eran más parecidas de lo que cuenta O’Connor, y los comienzos del XIX fueron duros para todos, especialmente si vivían en Haworth. Siempre consideré como particularmente trágico al padre Brontë, que enterró a cinco hijas, a un hijo y a su mujer, sin por ello dejar de considerarlo rígido.

Dicho esto, la película es interesante aunque excesivamente larga. Tiene una gran ambientación tanto en lo real -gris y lluvioso- como en lo espiritual -siniestro-. Una adecuada fotografía y una sombría  banda sonora ayudan a crear ese clima particular que recuerda a Cumbres borrascosas. Resulta instructiva, pero ninguno de los personajes se hace cercano, ni siquiera Emily, con todo el esfuerzo que hace Emma McKey por llenarla de pasión.