Mulán

Como “encarnación” del clásico anterior esta Mulán es una obra lograda; la historia es bastante fiel al original

Mulán (2020)

Mulán: Fantasía oriental

· Crítica Mulán | Estreno 4 de septiembre de 2020.

· Entretenida y espectacular, el reproche que se le puede hacer es no haber desarrollado subtramas y personajes ahora que los personajes lo permitían.

La leyenda de Mulán cuenta que en época de invasiones el emperador reclutó un gran ejército, exigiendo de cada familia un soldado. Mulán, hija única de un viejo guerrero, ocupa el lugar de su padre en el ejército imperial. Consigue ocultar su identidad y convertirse en un guerrero competente, motivo de orgullo para el ejército y para su familia.

En 1998 Mulan tuvo el mérito de convertirse en uno de los últimos grandes trabajos de Disney realizado con animación tradicional, dibujado a mano. La nueva versión es parte de la serie sobre nuevas versiones de los clásicos, entre las que cabe destacar DumboAladdín y El libro de la selva, entre otras. La leyenda de Mulan tiene sus paralelos en bastantes países, también en el nuestro. Específico de Mulán son la envergadura de la gesta, invasiones de los jinetes del norte, su alistamiento en el ejército imperial con riesgo de perder la cabeza y su éxito final.


El nuevo guion, bien que sigue de cerca al de 1998, incluida aquella batalla que culmina con una avalancha de nieve, tiene cuatro manos para guiar su tratamiento con personajes de carne y hueso. El principal añadido es la mujer, una bruja, que ayuda a los invasores, y la subtrama que enfrenta a Mulán y la bruja: dos mujeres que quieren que se les reconozca su lugar en una sociedad dominada por los hombres. Se trata de un discurso sin estridencias y de un conflicto bien resuelto, bien que podría haber dado mucho más de sí. La principal ausencia, la sempiterna mascota, contrapunto cómico de un carácter serio, de las películas de animación Disney: en 1998 Mulan iba acompañada del minidragón custodio de su familia; en este caso la protege un solemne y silencioso fénix.

Como “encarnación” del clásico anterior esta Mulán es una obra lograda; la historia es bastante fiel al original, supera diversos escollos de envergadura como son el entrenamiento cuartelero o batallas feroces que deben ser espectaculares y no resultar desagradables. Visualmente es grandiosa y ahí se echa en falta una proyección en sala, paisajes, despliegues militares, ciudad imperial… pedían a gritos una pantalla grande.

Pilota el proyecto Niki Caro, neozelandesa que se dio a conocer con Whale Rider (otra historia de una joven líder en un mundo masculino), y lo hace con bastante soltura tanto en las escenas más íntimas como en las de gran espectáculo; también se encuentra cómoda con las de realización de acrobacias clásicas de las coreografías chinas de artes marciales.

El reparto, íntegramente chino, incluye nombres tan conocidos en occidente como Jason Scott Lee, Jet Li, Donnie Yen o Li Gong; pero el peso y mérito de esta película depende sobre todo de Yifei Liu, menos conocida pero una Mulán perfecta: mezcla de fragilidad y fuerza, resolución y miedo, de afecto y sentido del deber.

En definitiva, una fantasía oriental con marchamo Disney -como era el original-, entretenida y espectacular, cuya trama es excesivamente lineal y simple. El reproche que se le puede hacer es no haber desarrollado subtramas y personajes ahora que los personajes lo permitían.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Mandy Walker
  • Montaje: David Coulson
  • Música: Harry Gregson-Williams
  • Duración: 115 min.
  • Público adecuado: +7 años
  • Distribuidora: Disney+
  • EE.UU. (Mulan), 2020
  • Estreno: 4.9.2020
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