Nina

Con cierto sabor a western, Jaurrieta adapta una obra de teatro sobre una actriz que regresa con ansias de venganza al pueblo de su infancia

Nina (2024)

Nina: Ajuste de cuentas

· Crítica de Nina | Estreno 10 de mayo de 2024.
· La omnipresencia del color rojo dota de simbolismo a todas las secuencias, bien a través de los vestidos de Nina, bien a través de la sangre y de objetos determinados.

Nina es el segundo largometraje de Andrea Jaurrieta tras Ana de día (2018), un drama en el que una joven de vida aparentemente idílica descubre que tiene una doble, una mujer idéntica que lleva a cabo todas sus responsabilidades. En ambos filmes, Jaurrieta firma el guion. Pero Nina supone, además, la adaptación de una obra de teatro, cuyo mayor reto ha sido la ardua labor de montaje por el continuo traslado de la acción entre el presente y el pasado.

La película tiene como protagonista a Nina (Patricia López Arnáiz), una actriz que regresa armada con una escopeta al pueblo costero del norte en donde creció. Su propósito es matar a Pedro (Darío Grandinetti), un famoso escritor que abusó sexualmente de ella cuando era adolescente. Su reencuentro con sus antiguos conocidos y la revisitación de los lugares de su infancia reabrirán viejas heridas, a la vez que le generarán dudas sobre si la venganza es o no la solución a su dolor.


La directora afirma haber ideado su obra como un western, y es cierto que comparte similitudes con este género. Desde la referencia más obvia de la escopeta, instrumento que Nina pasea por los caminos, hasta elementos ambientales como la propia localidad: la concentración en torno al bar y el silencio cómplice de quienes sabían la verdad, pero no actuaron. A su vez, emula el Technicolor.

Hay una magnífica labor fotográfica. La omnipresencia del color rojo dota de simbolismo a todas las secuencias, bien a través de los vestidos de Nina, bien a través de la sangre y de objetos determinados. La protagonista está en continuo contacto con el sufrimiento, con la herida. La banda sonora (inspirada en registros de Bernard Hermann) marca los tiempos y la atmósfera, conjugándose con la lluvia, el viento impetuoso y la marea, estado de ánimo atormentado de Nina.

La narración en dos tiempos, intercalando situaciones del presente y de la adolescencia (la Nina adulta desencantada y la Nina risueña adolescente), supone un ejercicio arriesgado, pero del cual sale airosa la directora. La secuencia de la procesión, clímax del relato al cual se nos ha conducido con suma habilidad, está diestramente filmada. Jaurrieta confesó que se había inspirado en la procesión de Calle mayor (Juan Antonio Bardem, 1955).

No obstante, el último tercio del relato no está a la altura del nivel general. Resulta complicado, además, dar con el tono al manejar diferentes registros narrativos, y observar a Nina paseando su escopeta puede provocar a veces más sonrisas que dramatismo.

Ficha Técnica

  • FotografíaJuli Carné Martorell
  • Montaje: Miguel A. Trudu
  • Música: Zeltia Montes
  • Diseño de producción: Eider Ruiz
  • Duración: 115 min.
  • Público adecuado: +7 años
  • Distribuidora: BTeam
  • España, 2024
  • Estreno: 10.5.2024
Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil