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Sicarivs: La noche y el silencio

Muñoz cocina en su opera prima una película tan ambiciosa como indigesta

Sicarivs: La noche y el silencio

Sicarivs: La noche y el silencio | Crímenes en la alcantarilla

Un asesino en serie y un encargo que por primera vez no remata: asesinar a una misteriosa mujer. Con esta sencilla premisa se presenta Sicarivs: La noche y el silencio, una película tan prometedora y original en su origen como finalmente decepcionante. Detrás de las cámaras está Javier Muñoz, un cineasta español que en esta opera prima trata de tocas excesivas teclas.

Hay en Sicarivs un propósito de ejercicio de estilo -esa voz en off omnipresente, esos juegos de fotografía en blanco y negro, el humo, las sombras- un deseo de trasladar un género típicamente americano al cine español y una apuesta por separarse al mismo tiempo del cine de asesinos en serie aportando un punto de vista moral y de denuncia a una sociedad corrupta y podrida.

El problema es que, cuando uno cocina tanto ingrediente variado, el plato puede resultar indigesto. Que es lo que le pasa a Sicarivs: tanta voz en off, tanto burdel, tanto bajo fondo, tanto estallido de violencia sinsentido y tanto corrupto envuelto en discurso nihilista y humo termina atragantando. Ni siquiera la buena interpretación de Víctor Clavijo (3 días, Verbo) salva una propuesta absolutamente minoritaria para estómagos a prueba de bombas.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Javier Cerdá
  • Música: Mariano Marín
  • Duración: 90 min.
  • Distribuidora: World Line
  • Público adecuado: +18 años (V+X+)
  • Estreno en España: 15.5.2015

España, 2014

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