Sin fin: El amor no viaja en el DeLorean

· Aunque Sin fin es corta le sobra mucho metraje y no se aprovechan los viajes en el tiempo para lograr rit­mo, giros imprevistos o tramas secundarias que enriquezcan la historia.

Ha sido un argumento esencial en la ciencia-ficción du­rante décadas, y últimamente el cine romántico también está utilizando los saltos en el tiempo como instru­men­to narrativo. En 2013 Richard Curtis realizó Una cues­tión de tiempo, y los hermanos Alenda presentaban Sin fin en el pasado Festival de Málaga, versión alargada de su anterior mediometraje Not the end (2015). La his­to­ria es muy sencilla: un hombre que ha perdido el amor de la mujer de su vida pretende recuperarlo re­gre­san­do al día de su primera cita. Ella y él son complementarios. Ella es María León (La voz dormida, Allí aba­jo): simpática, extrovertida e impulsiva. Él es Javier Rey (Fariña, Vel­vet): tímido, inteligente y complicado.

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La película es arriesgada y diferente porque apenas tiene presupuesto, efectos especiales y se apoya en dos úni­cos personajes. Los actores tienen un talento demos­tra­do tanto en comedia como en drama y, con diferencia, son lo mejor de este primer largometraje de los her­manos Alenda. Los diálogos entre ellos son un poco for­zados en un primer encuentro que, aún así, tiene vi­da y encanto. Luego ya vienen las escenas románticas en la playa que no son precisamente un prodigio de crea­tividad. Se confía casi todo a la puesta de sol, los pri­meros planos de los enamorados y la música lenta y muy poco inspiradora de Sergio de la Puente. Y no es su­ficiente.

Aunque Sin fin es corta le sobra mucho metraje y no se aprovechan los viajes en el tiempo para lograr rit­mo, giros imprevistos o tramas secundarias que enriquezcan la historia. Hay una idea que late en el argumento y que debería engrandecerlo: el amor para toda la vi­da, el que no tiene fin, es un amor que llena de ple­ni­tud cualquier momento de la existencia humana. Con un po­co más de habilidad narrativa, estaríamos hablan­do de una película contracultural que marcaría una renovación del cine romántico en España.

Sin fin se llevó algunos elogios excesivos en el Festival de Málaga, donde logró la Biznaga de Plata al mejor ac­tor para Javier Rey.

Ficha Técnica

  • Montaje: José Esteban y César Alenda
  • Fotografía: Ángel Amorós
  • Música: Sergio de la Puente
  • Duración: 97 min.
  • Público adecuado: +16 años (SD)
  • Distribuidora: Filmax
  • España, 2018
  • Estreno: 31.10.2018
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