Madagascar 2

Eric Darnell y Tom McGrath no se han contentado con repetir la fórmula, sino que la han mejorado con un guión más completo y divertido. El protagonista de Madagascar 2 es el hijo de Alex el león y la acción se desarrolla en África. La historia es mucho más dinámica y se centra en varios viajes: uno de ida y vuelta África-Nueva York, y otro en el que los protagonistas lucharán por la supervivencia en busca de agua. La animación aprovecha el dinamismo de la historia para lucirse en diferentes ámbitos: los viajes en avión, el volcán, Nueva York, la selva africana, etc.

La película tiene un ritmo vertiginoso que se mantiene a lo largo de todo el metraje. El guión se atreve a contar varias historias paralelas y enriquece a los personajes con nuevos conflictos, manteniendo una estructura muy compacta que hace que la historia se entienda y no decaiga en ningún momento. Los viajes en avión comandados por los pingüinos son tan ingeniosos como trepidantes, y hay varios conflictos dramáticos muy bien explotados como el romance entre Melman la jirafa y Gloria la hipopótamo, o la crisis de identidad de Marty la cebra, que demuestran que es posible pasar del humor alocado a contar buenas historias con cierto fondo a pesar que los protagonistas sean animales que hablan.

También ayuda a mantener el ritmo la constante pero variada banda sonora realizada por Hans Zimmer. En esta ocasión el compositor alemán hace un par de homenajes muy brillantes a clásicos del cine como West side story de Leonard Bernstein y El bueno, el feo y el malo de Ennio Morricone. Zimmer recupera con bastante acierto un éxito discotequero de los años 90 (I like to move it), que protagoniza una fiesta muy bien coreografiada.

El doblaje en inglés de la película está muy bien escogido con Ben Stiller de nuevo como protagonista y Sacha Baron Cohen (Borat) como el alocado Rey Julien. Sorprende que en el doblaje en español repita Paco León, un actor que está genial en Aida pero que como doblador deja mucho que desear (como ya demostró en la primera Madagascar).

El único “pero” es que quizás la película sea algo compleja para los más pequeños, que se pueden perder con tanta historia entrecruzada y algunos guiños para adultos que difícilmente podrán entender. Aún así, la película tiene momentos visualmente muy logrados que hacen difícil que uno se pueda aburrir tenga la edad que tenga.