La trinchera infinita: Miedo y oscuridad

En tiempos donde el egocentrismo se exhibe de manera exacerbada, llama la atención gratamente que este triunvirato de directores firme sus películas compartiendo protagonismo. Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga dirigen La trinchera infinita, otra aproximación a nuestra Guerra Civil, en este caso a la dramática historia de un topo (Antonio de la Torre) que estuvo escondido en un zulo durante más de 30 años, viviendo una experiencia marcada por el miedo a las represalias por sus ideas políticas.

A menudo se asevera con cierto tono de desprecio que el cine español solamente hace películas sobre nuestra fratricida contienda, opinión de la que discrepan los directores: “Pensamos que no es cierto. Esa afirmación de que hay demasiadas películas sobre la guerra civil es un mantra que se ha extendido en una parte de la sociedad. El cine no está solo para entretener y evadir. El cine tiene que servirnos también para cuestionarnos ciertas verdades absolutas que guardamos como oro en paño. Debería servir también para fomentar el espíritu crítico hacia otros, pero también hacia nosotros mismos”.

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En 2019 coinciden dos películas que abordan la Guerra Civil, La trinchera infinita y Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, que se centra en la figura de Miguel de Unamuno en los días previos al levantamiento militar. Nuestro cine, efectivamente, ha viajado con frecuencia a nuestra guerra y a las nefastas consecuencias derivadas de ella. Algunas de las más destacadas que han ahondado en esta temática son El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973), la mirada de una niña (Ana Torrent) que une una fantasía (Frankenstein) con el monstruo de la guerra, que es el soldado, punto de vista que también muestra Pan Negro (Agustí Villaronga, 2010), que narra el paso a la madurez durante la posguerra de un joven que abomina ese mundo de ocultamientos y mentiras en el que se mueven los que han sido marcados por el trauma del conflicto bélico; El corazón del bosque (Manuel Gutiérrez Aragón, 1979), sobre los maquis que se escondían en los bosques, de los que también se ocupa El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006); ¡Ay Carmela! (Carlos Saura, 1990), que se adentra en la pugna entre ideología y trabajo, e igualmente La lengua de las mariposas (José Luis Cuerda, 1990), retrato de un maestro de la República (inolvidable Fernando Fernán Gómez) y dos cintas que también cuentan historias sobre los topos: Mambrú se fue a la guerra (Fernando Fernán Gómez, 1986) y Los girasoles ciegos (José Luis Cuerda, 2008), en la que Javier Cámara interpreta al refugiado y Maribel Verdú a su esposa.

Sobre la figura de este refugiado interior existe otra película, 30 años de oscuridad (Manuel H. Martín, 2011), un documental que mezcla entrevistas a la nieta del topo y a Jesús Torbado -coautor con Manuel Leguineche del libro Los topos (1977)- con una excelente animación. Trabajo en el que se reconocen e inspiran los directores vascos para contar desde una perspectiva íntima una de las miles de vidas que fueron cercenadas por mantenerse fiel a sus ideales. A este respecto, Jose Mari Goenaga es muy claro: “Tras el visionado de 30 años de oscuridad, nos pareció que en las vivencias de los topos había unos mimbres muy interesantes. Por otro lado, nos interesó mucho la dimensión alegórica de la figura de los topos, ya que era el vehículo perfecto para hablar del miedo y sus mecanismos”.

La obra 30 años de oscuridad realiza un estremecedor relato sobre la vida de Manuel Cortés, alcalde republicano al que da vida Juan Diego. Para evitar las represalias, Cortés abre un hueco en la pared de su casa donde pasará 30 años hasta que se promulgue la amnistía. Aunque el trasfondo político es evidente, Garaño, Arregi y Goenaga ofrecen una mirada sobre la reclusión desde el punto de vista de quien la sufre, la incidencia anímica que tiene en él y en su pareja y, principalmente, el desgaste emocional de ambos provocado por dicho encierro. Este recorrido vital y el paso del tiempo vertebran una historia que habla del miedo de manera universal.

El paso del tiempo

La trinchera infinita converge con Loreak y Handia, trabajos anteriores en los que se propone un relato muy personal que desvela el mundo interior de sus personajes, casi es un estudio psicológico de su comportamiento.

La cinta arranca con un ritmo trepidante. Cámara en mano, los cineastas filman casi en modo documental y con una vibrante pulsión la persecución del personaje principal de esta historia, Higinio (Antonio de la Torre), un republicano que intenta escapar de las tropas sublevadas. Estamos en un pueblo andaluz, donde de un día para otro, una persona pasa de ser amigo o vecino a delator. La venganza se extiende aunque el amor se erige en protagonista de la cinta, desde el apasionamiento inicial y la admiración hacia el hombre que ha luchado por sus ideales y se ha visto obligado a esconderse hasta la llegada del tedio y también del hastío de Rosa (Belén Cuesta), cansada de vivir en la mentira y el encubrimiento.

El silencio se apodera del refugio e invade a los protagonistas de esta tortuosa historia, a los que otorgan absoluta credibilidad dos grandes actores, Antonio de la Torre y Belén Cuesta.

Es muy interesante la conexión que establece Isaac Paskual entre esta película y La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954): “Las vergüenzas y miserias de la guerra civil se convierten en inesperados prismáticos, y el deje andaluz en momentánea cortina”.

El filme, que cuenta con un discurso muy audaz, es también un tributo a todas aquellas personas que decidieron esconderse para seguir viviendo. El paso del tiempo produce cambios y ese miedo inicial que es puramente físico muta a otro más psicológico aunque la situación de amenaza constante pervive.

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Cine Pensado 2019 El estudio crítico completo de esta película se encuentra en el libro Cine Pensado 2019, que puedes adquirir en este enlace:

Ficha Técnica

  • Fotografía: Javier Agirre
  • Montaje: Laurent Dufreche, Raúl López
  • Música: Pascal Gaigne
  • Duración: 147 min.
  • Público adecuado: +18 años (VX)
  • Distribuidora: eOne
  • España, 2019
  • Estreno: 31.10.2019
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