Underworld: La rebelión de los licántropos | Aullidos y aleteos

Underworld: La rebelión de los licántropos | ¡Qué gran actor es Michael Sheen! Hace falta sentido de humor y talento para combinar interpretaciones como la de Tony Blair en The Queen con la de periodista incisivo en El desafío: Frost contra Nixon y de auténtica bestia parda en la peli que nos ocupa. Él solito con la ayuda de gente hábil consigue mantener a flote una trilogía muy eficaz (nº 1 en taquilla en sus dos primeras partes) pero justita, justita de originalidad (ya de entidad dramática, personajes y guión no les hablo).

Si las dos partes anteriores copiaban el look de Matrix y Blade, aquí se viaja a la Edad Media y se adopta ese estilo frío azulado y nórdico de Outlander y El guía del desfiladero. Ahora el montaje es acelerado y entrecortado y se incluye más sexo y más violencia que en las anteriores (aunque tampoco se abusa en exceso). Con todo, la película da lo que promete salvando cierto esqueleto narrativo y durando lo que tiene que durar. Vamos, que hay cosas peores.

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Sinopsis

Una enemistad a muerte de siglos aparece entre dos tribus inmortales en Underworld: La rebelión de los licántropos. La tercera parte de la saga retrocede en el tiempo y cuenta el origen del conflicto entre los aristocráticos vampiros, conocidos como los «Death Dealers», y los salvajes licántropos, una mutación de feroces hombres lobos.

Ficha Técnica

  • EE.UU. (Underworld: Rise of the Lycans, 2009)
  • Ross Emery
  • Peter Amundson
  • Paul Haslinger
  • Sony Pictures
  • 92 minutos
  • Adultos
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