Making Of de Rain Man (1988), de Barry Levinson (parte 1): Orígenes del proyecto
· Making Of de Rain Man | Brest le pasó una copia del relato a Hoffman y le propuso interpretar el papel protagonista, pero el actor le sorprendió con la elección de Raymond.
Dustin Hoffman tenía 51 años cuando intervino en este filme, era la película número 19 de su carrera, y por ella obtuvo su segundo Oscar. Curiosamente, Hoffman había despotricado con dureza de los premios de la Academia durante su juventud: le parecía absurdo -decía- que un actor compitiera con otros como si se tratara de una carrera de cien metros. Aún así, fue merecedor de varias nominaciones a la mejor interpretación: en 1967, por su creación de Benjamin Braddock en El graduado (su primer gran papel en el cine); dos años después, por encarnar a Ratso Rizzo en Cowboy de medianoche (1969); y en 1974, por su papel como Lenny Bruce en la película Lenny. Por fin, en 1979 llegó su consagración definitiva como actor, y entonces cambió de parecer sobre las estatuillas: su brillante interpretación de Ted Kramer (Kramer contra Kramer, 1979), un creativo publicitario que tiene poco tiempo para atender sus obligaciones familiares, le valdría el primer Oscar de su carrera y su reconciliación con la Academia. Aún alcanzaría tres nominaciones más: su «doble papel» en Tootsie (1982), como profesor de arte dramático y como fulgurante actriz televisiva -fue una de sus creaciones más originales y espectaculares-; su encarnación del autista Raymond Babbitt en Rain Man; y el excéntrico productor televisivo Stanley Motss en Cortina de humo (1997), que sería la séptima y última nominación.
La enorme versatilidad que caracteriza a este gran actor le ha permitido lucirse en papeles de lo más variado; algunos de ellos verdaderamente difíciles, como el de Ratso Rizzo, pero ninguno tan complicado e inverosímil como su personaje en Rain Man. Lo curioso del caso es que Hoffman no había sido previsto inicialmente para ese papel. La productora le había ofrecido otro, pensando en que éste resultaba demasiado insulso para una estrella, puesto que apenas tiene parlamentos. Sin embargo, el instinto cinematográfico de Dustin supo descubrir el enorme potencial dramático que se escondía en la historia de este personaje perdedor.
Making Of de Rain Man: En busca del guión definitivo
El guionista de seriales televisivos Barry Morrow -conocido, sobre todo, por sus telefilmes Bill (1981) y Bill on his own (1982)- redactó una primera versión de Rain Man hacia finales de 1984. Por aquel entonces, la historia era muy diferente a como luego aparece en el filme. En ese primer borrador, el relato se centra en Charlie Babbitt, un agresivo vendedor de calderas para edificios antiguos, de unos cuarenta años de edad, que ve cómo la fortuna familiar es destinada a un hermano retrasado del que ni siquiera conoce su existencia. Decide secuestrarlo para conseguir la herencia, e inicia un largo viaje a través de todo Estados Unidos. La trama se alarga exageradamente con escenas muy típicas o poco afortunadas, incluyendo la escapada «in extremis» de una granja en llamas y otras situaciones inverosímiles. El desenlace sucede repentinamente cuando, sin una clara motivación, ambos hermanos deciden olvidar sus rencillas y pasar juntos el resto de sus vidas.
El argumento no era entonces lo que se dice una historia redonda, pero tenía elementos para una interesante película de transformación personal, de evolución de un personaje desde el más acendrado egoísmo al descubrimiento de la amistad con un hermano perdido. Pensando en estas posibilidades para un filme intimista, más bien orientado a una comedia navideña de valores positivos, la productora United Artist adquirió una opción de compra sobre el argumento en 1986.
Inicialmente, la dirección de la cinta fue ofrecida a Martin Brest, que estaba entonces en la cresta de la ola por el éxito de su película Beverly Hills Cop (1984). Brest le pasó una copia del relato a Dustin Hoffman y le propuso interpretar el papel protagonista: Charlie Babbitt, un ejecutivo y poco honesto vendedor que absorbe casi todo el interés de la película. Este personaje tenía mucha fuerza en el guión y dominaba casi todas las secuencias y diálogos. Pero, tras pensarlo detenidamente, Hoffman sorprendió al director con la elección de otro personaje: el de su hermano Raymond, que apenas tenía unas pocas líneas de diálogo y que suponía un riesgo interpretativo ciertamente notable.
Ahora es fácil ver las posibilidades que ofrece ese personaje, pero entonces era una apuesta ciertamente desmesurada. Sin embargo, Dustin la asumió sin dudarlo. Y es que ése ha sido siempre su gran carisma: descubrir, con el simple estudio del guión, las posibilidades de un gran papel; aquí, en concreto, descubrir que el verdadero centro de la película debía ser Raymond, un enfermo mental de gran corazón que transforma por completo la vida de su hermano.
Rain Man (1988) // Barry Levinson (parte 2)
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