Un tranvía llamado Deseo: Tormentos internos

El teatro genuinamente norteamericano comienza con O’Neil y se revela completamente con Arthur Miller, Tennessee Williams y William M. Inge. Elia Kazan era entonces director de teatro de vanguardia en Nueva York y había llevado a las tablas muchas de las obras de estos autores. Como director de cine llevó a la pantalla grande algunas de estas. Un tranvía llamado Deseo dio a conocer al gran público una obra de teatro vanguardista y un excelente director de teatro y de cine, y un extraordinario elenco de actores. La película fue candidata a 12 estatuillas y se llevó cuatro.

La acción transcurre en Nueva Orleans. Stella y Stan Kowakski, su marido, reciben en su casa a Blanche, hermana mayor de Stella. Blanche, lo descubrirmos, es una mujer mentalmente desequilibrada, vive en un tiempo mejor y huye de todo aquello que puede resultar desagradable. Además, «tiene pasado». Blanche coquetea con todo varón que se pone a tiro. Stan, simple obrero de la construcción, rudo, violento y bebedor, no pierde ocasión de humillarla, especialmente cuando habla de la mansión familiar. Es verano, el calor es tremendo. Stella cede una y otra vez ante la actitud agresiva de su marido que se vuelve extrema cuando Mitch, amigo de Stan, se enamora de Blanche.

De los cuatro protagonistas –Vivien Leigh, Karl Malden, Kim Hunter y Marlon Brando– sólo el último, el más recordado por esta película, no obtuvo el Oscar. Ese año el de mejor actor se lo llevó Humphrey Bogart por La reina de África. La película -la obra de teatro- es de gran complejidad, ya que el choque de caracteres tiene que ver con el origen, la cultura y el pasado de cada uno de ellos, además de una gran tensión hormonal y el calor húmedo que lo impregna todo.

En 1951 la película fue considerada «tremendamente realista». Hoy nos parece artificial, lo que le sienta bien. Brando/Kowalski es rudo, sudoroso y bastante instintivo. Antes del Tranvía los actores solían practicar una cierta contención a la hora de manifestar emociones violentas. Brando no se contuvo: en camiseta, marcando músculo, bebiendo con ansia, mirando con lascivia, sudando… y marcó la pauta que dominaría el cine desde entonces y dio el espaldarazo a los actores del «Método» entre los que se cuentan Montgomery Clift, James Dean, Jack Nicholson y Sean Penn.

Conviene decir que hay notables variaciones entre la versión inglesa y la española, las voces dicen mucho. Y que en 1993 se editó una versión completa -tan sólo cinco minutos de diferencia- del Tranvía que rodó y quiso hacer Kazan. Esos cinco minutos matizan y aclaran de una manera notable el contenido de la película.

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Ficha Técnica

  • Fotografía: Harry Stradling Sr.
  • Montaje: David Weisbart
  • Música: Alex North
  • País: EE.UU. (A Streetcar Named Desire), 1951
  • Duración: 122 min.
  • Disponible en: HBO Max
  • Público adecuado: +16 años
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.