El duodécimo hombre: Evasión

· Crítica de El duodécimo hombre | Disponible en Amazon Prime Video, Movistar+ y Filmin.
· La película sigue la estela de cintas de temática afín, tales como Hasta donde los pies me lleven (2001), El pianista (2002), Resistencia (2008) o Camino a la libertad (2010).

Harald Zwart (1965) es un realizador holandés vinculado a Noruega desde sus inicios profesionales. Intentó labrarse un hueco en el maremágnum hollywoodiense antes que el noruego Morten Tyldum (1967), pero con resultados de pírrica entidad: Divina pero peligrosa (2001), Superagente Cody Banks (2003), La pantera rosa 2 (2009), The Karate Kid (2010), etc.

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Quizá por ello, desde 2013 solo ha dirigido varios cortometrajes en Estados Unidos y terminado volviendo a Noruega, donde está abordando proyectos más interesantes. Uno de ellos es El duodécimo hombre, producción de 2017 disponible ahora en Amazon Prime Video, tras su estreno en vídeo doméstico y exhibición en plataformas análogas.

Relata una desconocida pero memorable microhistoria de la II Guerra Mundial, basada en hechos verídicos acaecidos en 1943, durante la ocupación nazi de Noruega. Primero, las rémoras. La plana puesta en escena cercena la sorpresa, mostrando otra vez lo ya visto hasta la millonésima saciedad, sin apenas compensar con algo novedoso. Historia repleta de confinamientos e inevitables tiempos muertos, tiene alguna caída rítmica, tramas de desarrollo y resolución defectuosos y hasta un inexplicable recorte de cinco minutos en la versión de Amazon, que reduce demasiado los personajes femeninos.

Pero hay pulso bajo esa epidermis. Basada en un libreto de Petter Skavlan -guionista de, entre otras, Kon-Tiki (2012), de Espen Sandberg y Joachim Rønning-, la película narra con decisión un relato de supervivencia y altruismo ejemplares, recreando el calvario padecido por Jan Baalsrud, miembro de la Resistencia noruega. Fuente difusora de dichas vivencias y del guion, es a su vez un libro de investigación (aún no editado en España) centrado en el fugitivo y quienes le ayudaron, escrito por Astrid Karlsen Scott y Tore Haug, primo segundo de Baalsrud.

Más allá de los abundantes tópicos y clichés peliculeros, interesa la eficaz reconstrucción de los espeluznantes trances sufridos por el oficial. Esos que concurren cuando todo parece perdido y vivir deviene siniestro combate contra la desesperanza.

El duodécimo hombre sigue pues la estela de películas de temática afín, tales como Hasta donde los pies me lleven (2001), de Hardy Martins; El pianista (2002), de Roman Polanski; Resistencia (2008), de Edward Zwick, o Camino a la libertad (2010), de Peter Weir.

El concepto relator es bien conocido: el sabueso tras el rastro de la presa. Es decir, el inspector Javert tras Jean Valjean en Los miserables o el agente Gerard tras Richard Kimble en El fugitivo… Aquí, el psicopático oficial de la Gestapo, Kurt Stage (Jonathan Rhys Meyers, también coproductor ejecutivo) tras Jan Baalsrud (Thomas Gullestad). Una perspectiva lindante asimismo con los intuitivos duelos a ciegas entre antagonistas, tan habitual en el cine de Ridley Scott.

Resultan creíbles los pasajes alucinatorios, las actuaciones de Gullestad y de Marie Blokhus y Mads Sjøgård Pettersen como los granjeros Grønvoll o la nítida fotografía, exportadora de la sublime fotogenia escandinava.

Rodada en gran parte en la provincia ártica de Troms, el tramo de Laponia contiene pasajes remitentes (si bien con tosquedad) a películas como Pathfinder: el guía del desfiladero (1987), del director lapón Nils Gaup.

La intensa gravedad autoral de Oslo, 31 de agosto (2011), de Joachim Trier, o Hope (2019), de Maria Sødahl, no es, en fin, la única opción para competir con las cinematografías sueca y danesa. Hoy el taquillazo noruego es costumbre. Junto a El duodécimo hombre o Kon-Tiki, ahí están Uno tras otro (2014), de Hans Petter Moland; Børning (2014), de Hallvard Brӕin; La ola (2015), de Roar Uthaug, etc.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Geir Hartly Andreassen
  • Montaje: Jens Christian Fodstad
  • Música: Christophe Beck
  • Diseño de producción: Mikael Varhelyi
  • Vestuario: Karen Fabritius Gram
  • Duración: 135 min.
  • Público adecuado: +12 años (V)
  • Distribuidora: Amazon Prime Video, Movistar+, Filmin
  • Noruega (Den 12. Mann), 2017
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