Ojos de fuego

Creo que se trata de la cuarta novela de Stephen King, y que básicamente reescribió Carrie: al aproximarse a la pubertad una joven se da cuenta de que tiene habilidades piroquinéticas que no entiende ni puede controlar. Al mismo tiempo es buscada por una agencia gubernamental que quiere aprovechar su don.

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La nueva versión de Ojos de fuego -hubo una primera en 1984, con una secuela en 2002- intenta ser fiel a la novela, y no desviarse mucho de la primera adaptación al cine. Al mismo tiempo tiene el sello de Blumhouse, productora que trabaja con presupuestos bajos que compensa con guiones sólidos. El resultado es discreto. El guion no es tan sólido como hubiera podido y debido serlo. Todos los personajes menos uno son estereotipos. Casualmente ese personaje nos regala la mejor secuencia de la película. Además, el padre de Charlie -la niña que lanza llamas-, interpretado por Zac Efron, ha sido maltratado por el guionista y roza el ridículo. Aclarados estos puntos, el desarrollo de la película es correcto y da lo previsto. Los frikis reconocerán la música de Carpenter, y eso les hará indulgentes.

Película discreta pero, como se dice, tiene un pase.