Canallas

Canallas: Caraduras inofensivos

· Crítica de Canallas | Estreno 1 de abril de 2022.
· Guzmán consigue el tono amable y alocado, y el ritmo adecuado a esta historia. Pero ésta consiste en acumular disparates y giros que maquillan la falta de fondo y lógica.

Los canallas son Joaquín, Brujo y Luismi. Tres cuarentones, tramposillos, vagos y un poco maleantes, de Orcasitas. La historia se centra en Joaquín. Empresario sin negocios, lleno de deudas y trampeando para salir adelante. Vive en el piso de su madre, con su madre, su hija Brenda y su medio hermano. Su monótona existencia da un salto a peor cuando se reencuentra con Brujo y Luismi, compañeros de fechorías en la juventud, que además solían hacerle bullying. Estos quieren sacar tajada de su viejo amigo y le meten en un lío del que además tienen que ayudarle a salir.

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El tercer largo del actor Daniel Guzmán (A cambio de nada) es una comedia que parece una actualización de Los que tocan el piano: no son canallas, son pícaros; mentirosos y caraduras pero bastante inofensivos. Su principal defecto es que están dispuestos a darlo todo… para no trabajar. Hasta ahí, ningún problema. Pero Canallas tiene dos grandes peros. El primero sería que ninguno de los protagonistas tiene atractivo. Su historia o sus problemas no interesan. El segundo es que la trama es poco convincente, por decirlo de modo elegante. Daniel Guzmán consigue el tono amable y alocado, y el ritmo adecuado a esta historia. Pero ésta consiste en acumular disparates y giros que maquillan la falta de fondo y lógica. Le habría venido muy bien un hervor para hilvanar mejor la historia y eliminar agujeros y trampas.

Hay que reconocer que a lo largo de la cinta sonríes muchas veces y, en algún caso, sueltas una carcajada; y también que la banda sonora es interesantísima. Pero si bien el esfuerzo de Guzmán es notable y marca el camino a futuras comedias hispanas, podía haber dado mucho más de sí.