Paycheck

Paycheck: Philip K. Dick desnatado

Philip K. Dick es uno de los grandes nombres de la literatura de ciencia-ficción contemporánea. Autor de una prolífica obra, tuvo una complicada existencia y numerosos contactos con las drogas. El resultado, una personal y desasosegadora visión del mundo futuro, con continuas reflexiones sobre la identidad y la memoria.

Desde que Ridley Scott llevara al cine la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, en la celebérrima Blade runner, las historias de Philip K. Dick han resultado muy atractivas para los productores norteamericanos, quienes han adaptado algunos de sus relatos cortos en títulos como Desafío total, Minority report y la reciente Infiltrado.

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Paycheck cuenta la historia de un ingeniero informático (Ben Affleck) que trabaja para importantes compañías en investigaciones tecnológicas de alto secreto. El precio que obtiene por su labor es alto. Si bien cobra importantes sumas de dinero, debe someterse a un arriesgado proceso por el cual le borran los recuerdos de todo lo concerniente a su investigación. Tras trabajar tres años en un proyecto que le puede hacer millonario, descubre que ha sido engañado y es acusado de ir contra el gobierno. Sin memoria, sin dinero, será perseguido por la policía mientras intentará averiguar qué sucedió en esa época de la que no recuerda absolutamente nada.

Paycheck se acerca más al espectáculo de Desafío total que a la hondura dramática de Blade runner o Minority report, aunque comparte con ésta ciertos rasgos visuales. Detrás de las cámaras está John Woo, autor muy popular en Asia, que ha logrado un hueco en Hollywood con títulos como Cara a cara, Blanco humano o Misión imposible 2, donde prima la evasión sobre cualquier otro componente.

Woo posee un personal estilo visual: sus secuencias de acción están filmadas con ritmo y muy bien planificadas. Sus seguidores reconocerán algunos de sus rasgos característicos: miradas que se cruzan a cámara lenta, persecuciones en moto, personajes que se encañonan mutuamente mientras divagan sobre quién va a disparar primero… En fin, un sello personal, una marca de la casa que ha influido, y de qué manera, en cineastas como Quentin Tarantino.

A pesar de la inverosimilitud del argumento, la película sigue un modelo narrativo clásico, que recuerda poderosamente a Con la muerte en los talones y a la más reciente El caso Bourne. Affleck y Thurman forman un atractivo tándem y los efectos especiales son de categoría. No esperen más: cine de evasión, de palomitas, un entretenimiento espectacular.