Eduardo Rodríguez Merchán, Director del Diccionario de Cine Iberoamericano
“La idea es usar este material como una plataforma de autoridad en internet que se vaya actualizando, pero con rigor académico”
Eduardo Rodríguez Merchán es el Director del Diccionario de Cine Iberoamericano (SGAE). Catedrático de Comunicación Audiovisual, Historia de la Fotografía e Historia del Cine Español en la Universidad Complutense, ha ejercido como periodista, crítico, asesor de guiones y jefe de prensa de festivales de cine. Es el director de un ambicioso proyecto que ya ha dado sus primeros frutos: los cuatro primeros volúmenes de un gran Diccionario.
Han sido 10 años de trabajo, ¿cómo surge la idea?
Eduardo Rodríguez Merchán/ La Sociedad General de Autores acababa de hacer el gran Diccionario de la Música Española e Iberoamericana, con Emilio Casares. A raíz de esto, se plantean que sería interesante hacer algo parecido con el cine. Se lo encargan también a Emilio Casares, pero como no sabe de cine decide buscar a alguien que le haga un proyecto. Transcurre cerca de un año sin conseguir a nadie que se lo haga. Un día me lo pide a mí y les gusta mi propuesta. Entonces se conforma un equipo. Llamé a Carlos Heredero y arrancamos.
El proceso habrá sido laborioso…
E. R. M./ Lo primero fue preparar una cartografía, un mapa de acción. A partir de ahí se buscan los equipos asesores para ayudarnos en determinados periodos; se busca un director para Iberoamérica y otro para Portugal. Luego se hace un listado de voces: biográficos, temáticos y de películas, y a partir de ahí se contacta con los colaboradores, hasta 400. Siempre con el criterio de contar con los máximos especialistas para las grandes voces: catedráticos, historiadores… Para las voces pequeñas, sin embargo, hemos contado con colaboradores más jóvenes que estén trabajando en tesis, por ejemplo.
¿Cuántos tomos serán?
E. R. M./ En mayo hemos presentado cuatro. Son dos obras en realidad. Una obra de ocho tomos, con voces biográficas y temáticas. Y otra obra de 2 tomos, sobre películas. La primera parte es más rigurosa y académica; la segunda parte más divulgativa y subjetiva, porque cuenta con fichas de películas y también con comentarios. En la primera parte los comentarios o valoraciones son mínimos.
En los primeros ocho tomos aparecen voces sobre directores, aunque hayan hecho sólo una película, hasta el año 2008; una amplísima selección de guionistas y músicos, son los que sostienen la SGAE; una muestra pequeña -inevitablemente- de actores y actrices, porque hay cientos. Y también una pequeña muestra de técnicos. Además, hay historiadores, críticos… Y voces temáticas: países, autonomías, géneros… Salen Franco, como guionista, y la españolada, como género… (risas).
En verano saldrán los otros cuatro. Y en otoño los dos restantes.
¿Con ganas de seguir trabajando en esta línea?
E. R. M./ ¡Muchísimas! Ahora se pueden hacer muchas cosas. Por ejemplo, diccionarios parciales: diccionario de guionistas, de mujeres en el cine iberoamericano, de músicos… porque en realidad ya está hecho. De aquí puede salir mucho material. Y ya no hace falta pedir permiso a los autores, porque ya se tiene.


Y luego, en tres años o así, cuando se haya vendido a las bibliotecas de todo el mundo, será la base de futuros proyectos electrónicos. Es la primera escalera de futuras investigaciones. Como todas las obras de este tipo, ya sale a la luz desactualizada en dos o tres años. No pretende ser una obra actual sino una obra histórica. La idea es usar este material como una plataforma de autoridad en internet que se vaya actualizando, pero con rigor académico, con la SGAE detrás.
¿Por qué Iberoamérica y Portugal?
E. R. M./ Porque la SGAE tiene muchos intereses en Iberoamérica. Y se ha introducido Portugal porque no hay un concepto América española. En cambio, sí hay un concepto político -geográfico- cultural que es Iberoamérica. Y se ha defendido este concepto políticamente como comunidad cultural de intereses. Otra razón es que hay intereses comerciales: a la SGAE le interesa Brasil, por ejemplo.
A nivel personal…
E. R. M./ Estoy agotado pero me ha hecho mucha ilusión, porque trabajas en lo tuyo, con tu gente… y te lo pagan… (risas). Eres el jefe del cine español durante un montón de tiempo… y encima luego queda bien, sale una obra preciosa. ¡Es un caramelo maravilloso! ¿Volver a empezar? Pues a lo mejor no, pero eso como todo en la vida.
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