Todos tenemos un plan: Un argumento caprichoso e inverosímil
En una reciente entrevista, Viggo Mortensen afirmaba que, de 100 guiones que le llegan, 99 son malos… lo que nos llevaría a concluir que Todos tenemos un plan es la excepción: el guión bueno. Y aquí llega la sorpresa, porque esta oscura historia de suplantación de identidad entre dos hermanos gemelos es todo menos una historia bien escrita.
A la salida del pase, un veterano crítico que escribe en estas páginas me dio la clave para juzgar la cinta: todo es un puro capricho. La historia está al servicio de una trama inverosímil que, cuando viene bien se esfuerza por explicarse y cuando no, no. Los personajes actúan sin seguir una pauta coherente y las situaciones se encadenan con poca lógica.
El resto -la solvencia de Mortensen (a pesar de la papeleta de sostener a un personaje sin fuelle), la buena fotografía, el tono oscuro de tragedia griega- es hojarasca, humo que apenas esconde la cruda realidad, que donde no hay un guión, todos tenemos un problema.
Como dato de premios cabe reseñar que Todos tenemos un plan obtuvo 5 nominaciones, incluyendo mejor ópera prima, a los Premios Sur.
▲ La fotografía.
▼ La arbitrariedad de la historia.
Ficha Técnica
- Dirección: Ana Piterbarg,
- Guion: Ana Piterbarg,
- Intérpretes: Viggo Mortensen, Soledad Villamil, Daniel Fanego, Javier Rodino, Sofía Gala Castiglione,
- Lucio Bonelli
- Irene Blecua, Alejandro Lázaro
- MLucio Godoy
- PaísArgentina/ España/ Alemania
- Fox
- 117 minutos
- +18 años (violencia cruda, sexo incidental)