Sonrisas y lágrimas (1965),de Robert Wise (parte 6): El legado del filme
· Sonrisas y lágrimas obtuvo cinco premios de la Academia, incluyendo los de mejor película y director, edición, sonido y música adaptada.
La película ha sido y sigue siendo el mejor reclamo publicitario de Austria en los Estados Unidos. Tres de cada cuatro norteamericanos que visitan Salzburgo afirman hacerlo a causa de The Sound of Music. Para la ciudad, ese interminable peregrinaje genera anualmente unos ingresos de 2’3 millones de dólares en pernoctaciones hoteleras.
Lo paradójico de esta historia es que la mayoría de los austriacos no han visto nunca esta película, que fue un enorme fracaso tanto en Alemania como en Austria. A mitad de los sesenta, el tema de los nazis resultaba un tanto desagradable en ambos países, y el público no se interesó en absoluto. El titular de uno de los periódicos berlineses de la época se preguntaba, a propósito de su estreno: «¿No acabará nunca el odio de Hollywood hacia los alemanes?».
Como en toda gran película popular, los cazadores de gazapos han intentado descubrir pequeños fallos en el guión o en el montaje de la cinta. Solo se ha descubierto uno. Cuando María y sus hijos compran fruta en el supermercado (escena del Do-Re-Mi), puede verse una naranja con el sello «Made in Israel», y en el momento en que transcurre la trama (1937) Israel no existía como nación.
Premios y reconocimientos
Además del éxito en taquilla, la cinta obtuvo numerosos premios en los meses siguientes a su estreno. A comienzos de 1966 Robert Wise ganó dos prestigiosos galardones: el «David O. Selznick Producers Guild Award» y el «Outstanding Directing Achievement Award», de la Directors Guild of America.
En los Globos de Oro, la cinta se llevó las estatuillas a la mejor película y a la mejor actriz (Julie Andrews). En los certámenes cinematográficos de Italia y Japón obtuvo el reconocimiento a la mejor película extranjera, y en otros países logró también galardones diversos. Por otro lado, numerosos certámenes premiaron los valores familiares o religiosos de la cinta y su especial promoción de la mujer. De todos estos galardones, destacó el Premio al Mejor Filme Familiar del año, que le fue concedido por la Federation of Motion Picture Council’s.
Con todo, el reconocimiento más firme le llegaría en la ceremonia de los Oscar. Sonrisas y lágrimas obtuvo cinco premios de la Academia, incluyendo los de mejor película y director (Robert Wise), edición (William Reynolds), sonido (James Corcoran y Fred Hynes) y música adaptada (Irwin Kostal). Fueron también nominados el vestuario, la dirección artística, la fotografía y dos interpretaciones: la de Peggy Wood como mejor actriz de reparto y la de Julie Andrews como mejor actriz. La gente estaba tan enamorada de su interpretación de María von Trapp que suspiraba por que se llevara el Oscar. Y los periódicos del momento se preguntaban: «¿Podrá ganar por segunda vez consecutiva, tras llevarse el Oscar por Mary Poppins?».
El 18 de abril de 1966, Rex Harrison, que dos años antes había protagonizado junto a ella la versión teatral de My Fair Lady, fue el encargado de presentar el premio a la mejor actriz. Cuando abrió el sobre que contenía el nombre de la ganadora, se detuvo un instante con un deje de tristeza: «And the winner is: Julie… Christie«. Había sido Julie Christie, por su actuación en Darling, quien finalmente se había llevado el Oscar.
Pasados muchos años, Sonrisas y lágrimas fue reestrenada en el año 2000 en numerosas salas de ensayo de Estados Unidos e Inglaterra; esta vez con subtítulos, para que el público pudiera cantar en voz alta piezas sobradamente conocidas como So Long Farewell, Do-Re-Mi o My Favourite Things. No era necesario: la gente se sabía las letras de memoria.
Sonrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise (parte 1)
nrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise (parte 2)
Sonrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise (parte 3)
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Sonrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise (parte 5)
Sonrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise (parte 6)
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