Rain Man (1988), Barry Levinson (parte 2): El personaje que propició el filme
· Morrow dio un giro al argumento: Raymond pasaba a ser un autista, y la clave para el reconocimiento de los hermanos sería una frase mal pronunciada durante la infancia.
Tras el anuncio de que prefería el papel del retrasado, Tom Cruise se interesó por el personaje de Charlie. Cruise llevaba años queriendo trabajar con Hoffman, actor al que adoraba y al que procuraba imitar en su estilo interpretativo; pero Barry Morrow objetó que era demasiado joven para ese papel, y esto le enfrentó severamente con Brest, que contrató a Ronald Bass para que acompañara a Morrow en la escritura del guión. La primera medida que tomó fue, en efecto, rejuvenecer al personaje de Cruise: en vez de los cuarenta años que aparentaba en la primera versión, Charlie aparenta ahora unos veintiocho.
Como la historia seguía sin funcionar, la productora contrató a otros tres guionistas para que trabajaran algunas secuencias y la mayor parte de los diálogos. Charlie Babbitt se convirtió en rutilante vendedor de automóviles deportivos, apareció el personaje de Susan y empezó a definirse la motivación de los dos hermanos en el relato; pero las piezas seguían sin encajar. En ese momento decisivo fue cuando ocurrió el encuentro de Barry Morrow con un enfermo autista en un hospital psiquiátrico.
Un autista verdadero llamado Kim
En una entrevista posterior al estreno de la película, Morrow contó cómo fue aquel encuentro:
«Cada año dedico parte de mi tiempo a colaborar como voluntario con la Association for Retarded Citizens. Una tarde, durante el descanso, sentí un golpecito en el hombro y, al girarme, vi que allí, a un centímetro de mi nariz, estaba la nariz de Rain man. En realidad se llamaba Kim. Levantó la cabeza y dirigiéndome una mirada curiosa, me dijo: ‘Piénsalo, Barry Morrow’. Yo di un paso atrás, me extrañé de que conociera mi nombre y me puse a pensar en lo que me había dicho. Justo entonces apareció su padre, me presentó a Kim y me dijo que estaba muy contento de conocerme y que por eso se había hecho un lío con las palabras. Lo que realmente quería decir era: ‘Pienso en ti, Barry Morrow’. Entonces, volvió la cabeza, empezó a emitir sonidos quejumbrosos y a palmotear muy rápido».
De vuelta a su casa, pensando en lo que había vivido, Morrow encontró la clave que tanto había buscado para encajar el argumento de Rain man: en las siguientes versiones del guión, Raymond, el hermano retrasado, pasaba a ser un autista, y la clave para el reconocimiento de los hermanos sería una frase mal pronunciada por uno de ellos durante su infancia. En el guión definitivo, hay una escena en que Charlie vuelve a la casa de su padre después del funeral y, de repente, recuerda de modo fugaz a Rain man, su amigo especial de la infancia; y se lo cuenta a su novia Susan:
Charlie– «Acabo de acordarme de algo. ¿Sabes cuando eres pequeño y… tienes amigos imaginarios? Pues el mío se llamaba… ¿Cómo demonios se llamaba? Rain man. Eso es, Rain man. Si tenía miedo de algo, me envolvía en mi manto y ‘El hombre de la lluvia’ me cantaba algo… Me cantaba durante horas. Ahora que lo pienso debí pasar mucho miedo. Dios mío, hace mucho tiempo de eso».
Susan– “¿Y cuándo desapareció… ese amigo tuyo?”.
Charlie– “No lo sé. Supongo que simplemente… me hice mayor”.
Más adelante, cuando ambos hermanos recalan en un modesto hotel de carretera en su huida hacia Los Angeles, Raymond se pone a cantar algo que Charlie reconoce inmediatamente: es lo que su amigo Rain man le cantaba en las noches de lluvia. Se lo dice al autista y éste, tras abrir tímidamente su maleta, saca una vieja fotografía en la que se ve a los dos. Charlie queda conmocionado: «¿Tú?… ¿Tú eres Rain man? ¿Yo quería decir Raymond y te llamaba Rain man?». En ese instante, Charlie comprende que ese autista al que despreciaba fue en su infancia mucho más que un compañero: fue su protector cuando lo necesitaba y su amigo del alma en todo momento; un hermano con el que compartió los momentos más felices de su vida, al que le unieron importantes lazos de afecto; y, de repente, empieza a sentir por él una imborrable deuda de gratitud. A partir de ahí, la transformación de su personaje va a ser completa y perfectamente verosímil.
Rain Man (1988) // Barry Levinson (parte I)
Rain Man (1988) // Barry Levinson (parte III)
Rain Man (1988) // Barry Levinson (parte IV)
Rain Man (1988) // Barry Levinson (parte V)
Suscríbete a la revista FilaSiete