Anatomía de una caída

Anatomía de una caída: La redención del Festival de Cannes

· Crítica de Anatomía de una caída | Estreno 6 de diciembre de 2023.
· La actriz alemana Sandra Hüller consigue por medio de su interpretación que el espectador tenga una inquietud permanente sobre su culpabilidad e inocencia.

En una apartada y lujosa casa en los Alpes franceses vive Sandra y su marido Samuel junto a si hijo invidente, Daniel. Un día Samuel muere en extrañas circunstancias tras caer desde el piso superior de la vivienda. La minuciosa investigación tratará de esclarecer si se trata de un suicidio o un homicidio.

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A sus 45 años, la directora y guionista francesa Justine Triet no parecía una clara candidata a  la Palma de Oro de Cannes. En su filmografía previa había demasiados títulos con una ambición estilística que, finalmente, resultaba insuficiente para desarrollar con acierto una historia (El reflejo de Sibyl, Los casos de Victoria, La batalla de Solférino). Anatomía de una caída parece indicar con el título una cierta similitud con Anatomía de un asesinato, una de las obras maestras de Otto Preminger, dirigida en 1959 y protagonizada por James Stewart y Lee Remick. En las dos hay un metraje cercano a las dos horas y media y un proceso jurídico minimalista que, sin embargo, captan la atención del espectador de principio a fin.

La actriz alemana Sandra Hüller (Toni Erdmann, El hombre perfecto) consigue por medio de su interpretación que el espectador tenga una inquietud permanente sobre su culpabilidad e inocencia. En su composición del personaje principal hay una interioridad herida, perfectamente desarrollada en un guion que dosifica la información con una precisión quirúrgica. Otra de las claves dramáticas de la película es la presencia en juicio del hijo ciego interpretado por el primerizo Milo Machado, que hace un trabajo excelentemente contenido e impactante.

Con Anatomía de una caída, el Festival de Cannes se redime después de varios años premiando a un cine tan exagerado en sus formas como banal en su contenido en títulos como Titane, de Julie Ducournau (2021), o El triángulo de la tristeza, de Ruben Östlund.