Cónclave: Conspiraciones y clichés
· Crítica de Cónclave | Estreno 20 de diciembre de 2024.
· Harris hace un thriller y ha imitado Las sandalias del pescador, de Morris West, su cardenal Benitez aparece como el Kiril Lakota de aquellas novela y película.
El Papa ha muerto. El cardenal Lawrence, decano del colegio de cardenales, se encarga de organizar el cónclave que elegirá al nuevo Papa. Lawrence se esfuerza en cumplir su misión, que resulta más complicada de lo previsto por la aparición de un cardenal desconocido, nombrado «in pectore» por el Papa, poco antes de morir; por sospecharse que el difunto Papa habría pedido a uno de los cardenales que renunciara a su condición; por polarizarse dos tendencias opuestas: los conservadores del cardenal Tedesco y los progresistas del cardenal Bellini; y por el descubrimiento de algunos trapillos sucios de alguna eminencia. El final de Cónclave se muestra en forma de tres bombazos sucesivos; uno físico, motivador el segundo, el último delirante.
Antes de continuar conviene hacer la advertencia de que Cónclave es una película bastante bien realizada por el director de la última versión de Sin novedad en el frente, y cuenta con un reparto de lujo –Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Isabella Rossellini, Brían F. O’Byrne- que, junto con una fotografía cuidada, realizada en buenas réplicas de la capilla Sixtina y de Santa Marta, le da un empaque superior al que merece la historia. Vale la pena recordar que Cónclave es una novela de Robert Harris, popular periodista escritor británico que no aspira al premio Nobel. Ha escrito un thriller que es una de las cualidades de este escritor, resulta verosímil. Pero, claro está, lo peor que puede hacerse es tomarlo medianamente en serio. Como thriller, hay que reconocer a Edward Berger y a su guionista Peter Straughan que consiguen hacer entretenido lo que podría resultar una mini obra de teatro claustrofóbica. A costa de convertir la asamblea conciliar en la elección del padrino, conspiraciones, luchas por el poder, puñaladas y esqueletos en el armario. Todo ello bien hilado aunque el desenlace sea ridículo.
Harris hace un thriller y ha imitado Las sandalias del pescador, de Morris West, su cardenal Benitez aparece como el Kiril Lakota de aquellas novela y película; y el cardenal Lawrence, no podía ser menos, es un hombre magnífico, pero tiene dudas de fe. El problema viene en el desarrollo; así como el escritor australiano era católico y la Iglesia le importaba, el británico se ocupa simplemente de que le sirva de contexto a su thriller. Su visión es puramente técnica, los diálogos y situaciones acumulan tópicos, clichés, medias verdades y mentiras tal y como las han leído los últimos años en diversos diarios. Santa Marta parece un patio de colegio donde se murmura sin medida. Probablemente no actúa con malicia, pero ciertamente sin visión sobrenatural alguna acerca de la Iglesia y de su misión. Su aportación final, lejos de las interesantes moderneces que proponía West -que resultaron proféticas- resultan un delirio absurdo, un juego de escritor que no sabe quién es Jesucristo.
Ficha Técnica
- Dirección: Edward Berger,
- Guion: Peter Straughan,
- Intérpretes: Sergio Castellitto, Stanley Tucci, Ralph Fiennes, Rony Kramer, John Lithgow, Brian F. O'Byrne, Jacek Koman, Isabella Rossellini, Thomas Loibl, Lucian Msamati, Carlos Diehz, Bruno Novelli,
- Fotografía: Stéphane Fontaine
- Montaje: Nick Emerson
- Música: Volker Bertelmann
- Duración: 120 min.
- Público adecuado: +12 años
- Distribuidora: DeAPlaneta
- EE.UU., Reino Unido (Conclave), 2024
- Estreno: 20.12.2024