Polisse: Los niños deberían dejar de venir de París
Polisse | Una de las películas premiadas en el último Cannes que cuenta con acierto el día a día de personas que se dedican a reconstruir vidas maltratadas.
A los franceses les encanta hablar en sus películas. A veces dicen cosas interesantes, otras caen en una verborrea egocéntrica que puede llegar a límites insoportables (véase la última película de Julie Delpy, Le skylab). Maïwenn, directora, escritora y actriz en Polisse, es de las que tiene cosas importantes que contar. Justamente recibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes por esta película que cuenta la vida cotidiana de la BPM (Brigada de Protección de Menores) en la ciudad de París.
“Me sedujo la pasión que los policías tienen por su oficio. Por mi parte he vinculado ese interés con la infancia, que es un lugar común de mis tres películas. Ver lo que hacen los agentes para protegerse de la miseria humana me sirvió para aprender que, a pesar de todo, interactúan en sus vidas privadas. Hay que saber que un policía no pasa más de diez años en la Brigada, por lo duro que es; además, la BPM dispone de unos medios mínimos. Los agentes tienen motivaciones personales para formar parte de este cuerpo. También me ha chocado la banalización del sexo en los adolescentes. Eso me dejó perpleja. Todo lo que aparece en la película es cierto”.
Estas declaraciones de Maïwenn, francesa de 35 años, enmarcan una película rodada con un ritmo muy ágil que va saltando del drama adolescente a la tragedia infantil sin tremendismos, con una cámara objetiva y un tono distante. Apenas hay dos momentos en que el ritmo frenético se detiene. Entre gritos y diálogos acelerados hay un silencio conmovedor que muestra el amor humano y la compasión. Un balón de oxígeno necesario en una película que no deja de ser un retrato tremendo de hasta dónde puede llegar la miseria humana.
La película consigue que entres en la BPM por la naturalidad de sus diálogos y la veracidad de las interpretaciones. Cada miembro de la Brigada está muy bien definido con una personalidad muy marcada. Es especialmente interesante el personaje que se reserva la directora de la película: una tímida fotógrafa que está haciendo un reportaje sobre la BPM. Su mirada no se detiene en los niños y adolescentes sino en los policías. Ésta es una de las apuestas más interesantes de la película, que se centra en cómo no es fácil tener una vida normal cuando se trabaja sin horario fijo en el fondo de la ciénaga. La escena de escapismo del grupo en la discoteca y la tremenda discusión entre las dos protagonistas definen a unos adultos que se comportan como adolescentes, también en sus conversaciones monotemáticamente sexuales.
Quizá hay demasiadas historias apenas anunciadas. Quizá el controvertido final resulta poco coherente con el tono del resto de la película. Pero estamos ante una cinta que entretiene, conmueve y hace pensar al espectador sin adoctrinarlo (hubiese sido fácil manipular con un guión más “pedagógicamente francés”). Y desde luego la visión que da de París poco tiene que ver con las postales de amor que con tanta redundancia nos muestra el cine.
Con Polisse, el cine francés sigue gozando de una estupenda salud gracias a películas como Intocable, The artist, Declaración de guerra o Cuenta atrás.
Ficha Técnica
- Dirección: Maïwenn,
- Guion: Maïwenn,
- Intérpretes: Frédéric Pierrot, Marina Foïs, Joey Starr, Nicolas Duvauchelle, Karin Viard, Maïwenn,
- Fotografía: Pierre Aim
- Montaje: Laure Gardette
- Música: Stephen Warbeck
- País: Francia. 134 m. +18 años (temática, sexo incidental, lenguaje crudo)
- Distribuidora: Vértigo
- Estreno: 24.2.2012
Polisse, 2011