T2: Trainspotting

T2: Trainspotting | Nostalgia, nostalgia

· Trainspotting | A lo largo de la cinta Boyle interpola fragmentos del original, a modo de flash-back o de secuencia onírica.

Han pasado veinte años desde Trainspotting, en sentido literal y también en sentido figurado. La historia comienza veinte años después y Mark Renton, el personaje que interpreta Ewan McGregor, vuelve a Edimburgo. Parece un hombre nuevo y con ganas de reunirse con sus viejos amigos. Rápidamente se encuentra con sus camaradas Sick Boy y Spud, que siguen siendo unos pobres diablos, enganchados a las drogas, y procura evitar a Begbie, que se acaba de fugar de la cárcel, no ha olvidado nada, ni ha aprendido nada.

- Anuncio -

Danny Boyle repite historia con el mismo guionista, los mismos personajes y los mismos actores que, de alguna manera, se interpretan a sí mismos; solo McGregor ha triunfado de verdad, Robert Carlyle está de capa caída, Ewen Bremner está donde estaba y Johnny Lee Miller sobrevive. Boyle nada a placer en los ambientes más cutres de Edimburgo -alcohol, drogas, sexo- y repite hasta la saciedad que estos chicos eran unos pringados, son unos pringados y siempre lo serán; y ellos ahora lo pueden reconocer abiertamente y confesar que lo que antes les pareció una machada, no era más que idiotez juvenil. Y con ello, un breve propósito de la enmienda sirve para soñar que tal vez puedan enderezar el rumbo. Si lo logran, será gracias al poder de la amistad que siempre han mantenido.

A lo largo de la cinta Boyle interpola fragmentos del original, a modo de flash-back o de secuencia onírica, en un sencillo y nostálgico homenaje para aquellos que guardan un buen recuerdo del primer Trainspotting, pero también es una confesión de que esta cinta no aporta nada. Una simpática secuela, prescindible, poco más.