Vidas furtivas: Emotiva y novelesca

Llega con más de dos años de retraso Vidas furtivas, quinta película de Sally Potter (Londres, 1949), tras la adaptación de la novela de Virginia Wolf Orlando (1992) y The Tango Lessons (1997).

Suzie (Christina Ricci) es una joven rusa y judía que quiere encontrar a su padre del que tuvo que separarse de niña. Debido a los pogromos de los años 20, él emigró a EE.UU. en busca de dinero y Suzie fue entregada a las autoridades inglesas. El afán de la muchacha por hallar a su padre la lleva a los escenarios de París, como integrante de una compañía alemana de opera.

Johnny Depp encaja bien en el papel de César, gitano trotamundos y con aire seductor. Por su parte, el gran John Turturro (O Brother!) hace las veces de un destacado tenor de la compañía.

La historia esta narrada con un ritmo pausado que, a pesar de tantear muchos temas, no profundiza en ninguno. En el argumento, no son las tramas principales las que llaman la atención. El interés lo pone la particular visión que se da de cuestiones como la familia o la supervivencia. La II GM aparece como telón de fondo pero poco a poco asume mayor peso, aunque Potter no ha querido restar peso a sus personajes en una cinta decididamente emotiva y multiétnica (un ruso, un judío, un italiano, un gitano y un alemán en tierra francesa). Los contrastes fotográficos para diferenciar lujo y miseria, por un lado, y la expresividad de Ricci y Blanchett (la australiana no para) son lo mejor de la película.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Sacha Vierny
  • Montaje: Hervé Schneid
  • Música: Osvaldo Golijov
  • País: Reino Unido y Francia  
  • Distribuidora: Lauren Films

Vidas furtivas (2001, The Man Who Cried)

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