Gambito de dama: créditos de la serie

Créditos Gambito de dama | A finales de octubre de 2020, Netflix estrenaba Gambito de dama, la miniserie basada en la novela homónima de Walter Tevis, publicada en 1983. Una producción con una exquisita puesta en escena, que se convirtió en apenas dos semanas en uno de los grandes éxitos del año.

La historia se enmarca en la década de los 50 y 60 del si­glo pasado, momento histórico marcado por las constantes amenazas de la Guerra Fría, donde el ajedrez pasa de ser un entretenimiento a convertirse en el reflejo de las tensiones políticas existentes entre Rusia y Estados Uni­dos. A lo largo de los siete capítulos descubrimos a Beth Harmon, interpretada por Anya Taylor-Joy, una ator­mentada ajedrecista que busca en un deporte dominado por hombres, un sistema vital de coordenadas que le ayude a organizar su propia historia. Con un pasado se­llado por una familia desestructurada y un presente mar­cado por el éxito, la soledad, el refugio en el alcohol y las drogas (como muestra el cartel promocional), el tablero y sus piezas conforman una cosmovisión del mun­do de Beth: un refugio construido sobre sesenta y cua­tro casillas y treinta y dos trebejos.

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La sencilla y minimalista apertura de cada capítulo con­trasta con la espectacular secuencia de créditos final, que cierra la serie con un jaque mate. Obra de Saskia Marka, aparece tan solo en la séptima y última entrega. No obstante el tráiler original de Netflix intercala fo­togramas de la misma, anticipando la posición de oro fi­nal. Un recurso poco usual que, sin embargo, brinda la opor­tunidad de establecer cierta confluencia entre dos pie­zas audiovisuales estrechamente ligadas a la trama de la serie. Mientras el tráiler se erige en avance y si­nopsis del argumento, las secuencias de crédito re­sumen, condensan su esencia, con el fin, en ambos ca­sos, de preparar y seducir al espectador, generando un clímax que invite a visionar el filme y acentúe su re­cuerdo.

Gambito de dama, cuyo título hace referencia a un mo­vimiento de apertura de ajedrez, es una secuencia con­ceptual, ad hoc a un juego racional y de estrategia. Evoca, en cierto sentido, el estilo del maestro Saul Bass, re­ferente en el desarrollo y posterior reconocimiento de los títulos de crédito como pieza cinematográfica de singular valor creativo: todo un precursor en el arte de sa­car el máximo potencial de los rótulos en movimiento. Su diseño ideal y simbólico, de gran fuerza semántica y me­tafórica, plasmaba a la perfección el espíritu del lar­go­metraje.

Créditos de Gambito de dama
Créditos de Gambito de dama

En la secuencia presente, las filas y columnas del tablero se mueven, alternan, dan paso unas a otras, se trans­forman, cambian y bailan, como si del propio juego de ajedrez se tratase, al compás de la elegante música del compositor Carlos Rafael Rivera. La melodía reviste a la pieza de carácter épico, proyectando en la audiencia la tensión de cada jugada, de cada movimiento. En este sen­tido, un aspecto relevante de la secuencia es que, pe­se a estar sustentada en un diseño realizado a través de códigos, esto es, un sistema lógico y matemático, no es fría, distante, ajena al espectador. Las formas incorpo­ran cierta borrosidad, propia de la estética de 1920, que trans­forman las reglas del juego en una experiencia emo­cional, que nos adentra en los sentimientos de la pro­tagonista.

Existe una analogía evidente entre el ajedrez y la fí­si­ca, como bien demostró el ganador del Premio Nobel de Física de 1997, Richard Feynman, quien escribió un li­bro utilizando el ajedrez para ilustrar las leyes de la fí­sica. No en vano, los modelos de los gráficos utilizados por Marka son obra del físico, y ahora animador, David Whyte, quien, a través de un software destinado a la vi­sualización de datos, crea interesantes formas a partir de patrones geométricos.

Forma y patrón, ritmo y movimiento, volumen y simetría, son los principios del diseño gráfico protagonis­tas en la secuencia. Los nombres, en tipografía condensa­da sans serif, se enmarcan en rectángulos sólidos que se su­ceden y disponen aritméticamente, de forma invariable, en el centro de la composición, despuntando así, pe­se a su reducido tamaño de cuerpo, sobre la danza de fi­guras geométricas.

Gambito de dama (2020), de Scott Frank y Allan Scott
Gambito de dama (2020), de Scott Frank y Allan Scott

La preeminencia y variación de tonos a lo largo de los ca­pítulos, dentro de la gama cromática de la historia, res­ponde a las circunstancias y momentos vitales que atra­viesa la protagonista. La secuencia de créditos se cen­tra en el juego, manejando tonos grises, blancos y ne­gros que aluden al tablero de ajedrez y traen a la me­moria imágenes de la cinta donde vemos a la protago­nis­ta recrear, planificar y memorizar las jugadas de forma imaginaria.

Si el movimiento de apertura es sumamente importan­te en el ajedrez, el triunfo de la partida requiere pensar a largo plazo. Los títulos de crédito finales de Gambito de dama son una demostración de habilidad, una jugada maes­tra.

• Director: Scott Frank, Allan Scott
• Diseño de créditos: Saskia Marka

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