Amor bajo el espino blanco: El conocido cineasta chino recupera el tono evocador de alguna de sus mejores películas.

Y Yimou resucitó. Y quizás no lo ha hecho con una obra maestra que pase a los anales de la historia, pero sí con una cinta pequeña muy superior a los últimos fuegos artificiales a los que nos tenía acostumbrados.

Zhang Yimou es uno de los pocos directores chinos a los que no es preciso presentar. Los no aficionados al cine le conocen como coreógrafo de la gala de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Los cinéfilos más jóvenes han disfrutado las coloristas Hero y La casa de las dagas voladoras. Los espectadores maduros recordarán que, antes de que Yimou tirara de presupuesto millonario para filmar explosivas danzas de artes marciales, rodó algunas pequeñas -por la inversión económica- obras maestras y, antes incluso, tuvo que sortear a la censura por unos cuantos títulos muy críticos con el régimen comunista chino.

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Amor bajo el espino blanco está mucho más cerca de su cine anterior -el pequeño y crítico- que del más reciente. Como además su cine reciente había ido cuesta abajo en calidad (entre Hero y La maldición de la flor dorada hay un abismo) se puede hablar de una resurrección del mejor Yimou. La cinta cuenta una sencilla historia de amor entre una adolescente ingenua, hija de unos activistas contrarios al régimen maoista, y un atractivo joven militar. Los dos protagonistas tendrán que enfrentarse a los obstáculos que amenazan con convertir su apasionado romance en un drama de amor imposible.

Como en Ni uno menos o El camino a casa, el valor de la cinta se encuentra en el desarrollo de los personajes y en el tono de ensoñación y leyenda que hacen revivir al Yimou poeta (el que rueda con sutileza y tomándose todo el tiempo del mundo la escena en la que el joven toma por primera vez de la mano a la chica).

La diferencia, quizás porque el realizador chino parte aquí de una novela que adapta y no de un argumento suyo, es que la historia de Amor bajo el espino blanco es leve, el conflicto y el presupuesto crítico -que en el arranque prometía ser más crudo- se diluye en anécdota y está rodada con una cierta frialdad y academicismo, cosa que no ocurría con los dos títulos anteriores. A favor, la cinta tiene una fotografía y una música bellísima y unos actores de enmarcar.

Ficha Técnica

  • Zhao Xiaoding
  • Peicong Meng
  • Qigang Chen
  • Golem
  • 114 minutos
  • Mayores de 16 años

Shan zha shu zhi lian

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