Black Panther: Wakanda Forever

Black Panther: Wakanda Forever | En busca del vibranium

· Crítica de Black Panther: Wakanda Forever | Estreno 11 de noviembre de 2022.
· El reparto principal en particular (Angela Bassett, Letitia Wright, Lupita Nyong’o) y, en menor medida, Martin Freeman, aprovechan el protagonismo que les han conferido.

Requiem por T’Challa podría ser el título de esta película que requiere un cierto conocimiento de los hechos acaecidos en la primera entrega. Wakanda, pequeño país africano y primera potencia mundial gracias a su aislamiento, su tecnología, la protección que siempre ha tenido del super héroe Black Panther y sus reservas únicas de “vibranium”, raro metal, llora la muerte de su rey, T’Challa. Wakanda se encuentra debilitado y expuesto y las potencias del mundo, en busca de vibranium, se vuelven abiertamente hostiles. Y, para aumentar los problemas, cuando un barco científico encuentra el preciado metal en el fondo del mar, entra en escena Namor, soberano del mundo submarino, dispuesto a combatir Wakanda y a todo aquel que se acerque a sus dominios.

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Entre grandes conflictos tenemos diversas subtramas como los conflictos entre Shuri, hermana del fallecido rey, y su madre, y con todo el mundo porque no ha asimilado la desaparición de su ser querido. Toda la película hará un llamamiento, bastante pesado y superficial, a la trascendencia y planteará conflictos entre modernidad y tradición.

Hay que reconocer a Ryan Coogler, director y coguionista de la primera y exitosa entrega de Black Panther, que haya sabido adaptar su historia tras la inesperada muerte de su protagonista Chadwick Boseman. Eso le brindó la oportunidad de mutar el gran protagonismo que tenían las mujeres por un protagonismo absoluto. Con todo, la historia no se resiente demasiado.

La película es muy larga, demasiado. El personaje de Namor y su origen es una soberana memez. Surge, no de la mítica Atlantis, sino gracias a una pócima que un hechicero de un dios de la América precolombina administró a los pocos supervivientes de la viruela aportada por los malvados españoles. Había que aprovechar para lanzar otro cartucho de leyenda negra sobre España con la misma sinceridad que un billete de 1’50€. Eso solo le sirve para que su reino submarino sea bastante cutre, nada al lado del de Aquaman de DC comics. Una declaración de amor lésbico al final -casi pasa inadvertida- completa el cocktail habitual de Marvel de nuestros días.

Con todo, se trata de un gran espectáculo con algunas secuencias sobresalientes. El reparto principal en particular (Angela Bassett, Letitia Wright, Lupita Nyong’o) y, en menor medida, Martin Freeman, aprovechan el protagonismo que les han conferido. Tenoch Huerta hace lo que puede, y es bastante, por que su Namor sea creíble.