Una mujer italiana (Cabrini): Imperio de esperanza
· Crítica de Una mujer italiana (Cabrini) | Estreno 10 de mayo de 2024.
· La historia es poderosa. Combina el mundo interior de Cabrini con la gran empresa que está llevando a cabo.
La historia de Francesca Cabrini es digna de mención: joven y con una mala salud de hierro comenzó dedicándose a atender huérfanos en Lombardía, pero eso no bastaba para saciar el hambre de su corazón y pidió a las autoridades que le permitieran ocuparse de huérfanos y enfermos en el extremo Oriente. Creó su propia institución que, al comienzo de esta historia, contaba con otras siete mujeres. El Santo Padre Leon XIII le autorizó atender Oriente con la condición de que primero se ocupara de los pobres italianos que había en Nueva York, en la barriada de Five Points, donde sus condiciones de vida eran infrahumanas. Francesca Cabrini llegó a Nueva York en 1889. A pesar de la oposición del alcalde y de las mafias locales, con su pobre inglés y su mala salud, puso manos a la obra y consiguió su propósito: primero un hospicio y un hospital en Nueva York. Decenas de hospitales por todo el mundo después. Un «imperio de esperanza» -dice el autor- para los más pobres, como nunca antes se había visto.
La breve carrera de Alejandro Monteverde (Bella, Sound of Freedom) es un continuo ir a más. Sound of Freedom es, sin duda, más redonda, al ser un thriller más clásico y haber contado con Caviezel. Una mujer italiana (Cabrini) es una obra más difícil por depender, en buena medida, del diseño de producción: había que filmar, entre otras cosas, Nueva York en el siglo XIX, hazaña más que mediana para el presupuesto disponible, y está conseguida. Además, el protagonismo lo lleva una monja católica, que da lecciones a los puritanos de Nueva York. La historia es poderosa. Combina el mundo interior de Cabrini con la gran empresa que está llevando a cabo. La película no es parca -aunque la realidad fue mucho más dura- a la hora de mostrar contrariedades. Monteverde y su guionista Rod Barr (con quien escribió Sound of Freedom y con quien está trabajando en su próxima película) mantienen el interés todo el tiempo, a la vez que meten el dedo en múltiples llagas, que vuelven a hacer de su obra una película incómoda para ciertos públicos y sus medios de comunicación: el espíritu de acogida norteamericano no era evidente y hubo que luchar mucho para superar la discriminación por raza, nacionalidad o religión; si bien hubo mucha generosidad por parte de algunos y no faltaron las malas artes con nombres propios; toda la película es un canto feminista, aunque el director es consciente de que, al ser religiosas, pocas la tomarán como abanderada; recuerda que buena parte de la acción social y beneficencia a nivel mundial la han llevado a cabo personas movidas por su fe cristiana. Y, además, se trata de una historia real contada en una buena película.
Cristiana Dell’Anna, la protagonista, da un recital y lleva la cinta sobre sus (no tan) frágiles hombros, de principio a fin. Da una lección de liderazgo y se enfrenta con éxito -al igual que hiciera la auténtica Cabrini- a Giancarlo Giannini, el papa, a David Morse, el obispo de Nueva York, a John Lithgow, el alcalde, y a una serie de impresentables de la calle, o a la buena sociedad. Con su gran corazón, su fe y «el hábito como una armadura», se enfrentó al mundo y venció.
Ficha Técnica
- Dirección: Alejandro Monteverde,
- Guion: Alejandro Monteverde, Rod Barr,
- Intérpretes: David Morse, John Lithgow, Giancarlo Giannini, Jeremy Bobb, Cristiana Dell'Anna, Federico Castelluccio, Katherine Boecher, Patch Darragh, Rolando Villazón, Virginia Bocelli,
- Fotografía: Gorka Gómez Andreu
- Montaje: Brian Scofield
- Música: Gene Back
- Duración: 125 min.
- Público adecuado: +12 años
- Distribuidora: A Contracorriente
- EE.UU. (Cabrini), 2024
- Estreno: 10.5.2024