Corazones solitarios

Corazones solitarios: Demasiado efectista

Corazones solitarios | Historia basada en crímenes reales perpetrados en los años 40 por una pareja de amantes, Martha Beck y Raymond Fernández (Salma Hayek y Jared Leto). Los dos asesinos se hacían pasar por hermanos, y su “modus operandi” consistía en que él seducía a mujeres adineradas viudas, para “desplumarlas” y asesinarlas brutalmente.

Los detectives Robinson e Hildebrant (John Travolta y James Gandolfini) tuvieron que emplearse a fondo para dar con ellos, lo que no impidió una larga cadena de asesinatos.

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Primer film dirigido por Todd Robinson, que también escribe el guion, quizá con información de primera mano pues su abuelo fue Elmer C. Robinson, el policía que capturó a los verdaderos asesinos. Un buen diseño de producción y un buen reparto, no sirven para mantener a flote una película el sexo y a la violencia son demasiado explícitos.

El cineasta estructura la trama según el esquema clásico de perseguidos y perseguidores que les van pisando los talones, pintando su nexo de unión (los crímenes) y sus problemas personales, hasta el inevitable encuentro que constituye el desenlace.

Solo apelando nuevamente a la magia podemos comprender que una película así (un verdadero despropósito, un gazpacho efectista y falso hasta decir basta, que se limita a remedar anteriores películas y series de TV) formara parte de la sección oficial del último festival de San Sebastián.

Estrenada a mediados de mayo en Estados Unidos, la cinta de Robinson no ha llegado a los 200.000 dólares de taquilla, a pesar de contar con un atractivo reparto y un cuidado diseño de producción. A película vista, la dedicatoria final al papá del director es sencillamente aquelárrica