Golpe a Wall Street

Golpe a Wall Street: Ricos y pobres

· Crítica de Golpe a Wall Street | Estreno 6 de octubre de 2023.
· La dirección es dinámica, hay múltiples historias llenas de interés de particulares que se atreven a invertir y se llenan de esperanzas ante la posibilidad de tener un poco de suerte por una vez en la vida.

Las guionistas Lauren Schuker Blum y Rebecca Angelo, conocidas por la serie Orange is the New Black, han adaptado -ellas declaran que no han tenido que inventar nada- el libro La red antisocial de Ben Mezrich. En él se cuenta uno de esos casos en los que la realidad supera la ficción: durante  la pandemia un joven analista llamado Keith Gill se hace famoso como «youtuber», contando sus impresiones sobre la marcha del mundo financiero. Le siguen con interés un montón de gente corriente que invierte donde él invierte. Muchos pobres se hicieron ricos y «GameStop», una popular tienda de videojuegos y electrónica, se convirtió en la empresa más candente del mundo. Naturalmente, la gente fina y pudiente de Wall Street arremetió contra este pobre, solitario e ingenuo analista-inversor.

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Dumb Money o dinero de los tontos (por pequeños inversores) se utiliza para despreciar a esa gente que no cuenta. A Wall Street le importan los inversores multimillonarios. A Frank Capra le habría gustado contar esta historia. Gillespie (Yo, Tonya, Cruella) tiene un estilo diferente, pero sabe empatizar con los humildes. Sobre todo, sabe contar una historia llena de tecnicismos y hacerla inteligible y entretenida. La dirección es dinámica, hay múltiples historias llenas de interés: una enfermera, el dependiente de una tienda, estudiantes universitarias… de particulares que se atreven a invertir y se llenan de esperanzas ante la posibilidad de tener un poco de suerte por una vez en la vida. Estos y otros aportan toques cómicos. También los aportan, involuntariamente, una serie de tiburones de Wall Street que reaccionan de modo esperpéntico para que los desheredados de la tierra no prosperen.

Podría ser un alegato ideológico, Gillespie se ocupa de mantener todo el tiempo un simple divertimento; en el fondo, eso ocurrió. La elección de los pobres (políticamente correctos) y de los ricos (rozando la estupidez y el sadismo) no es inocente, pero en general es un buen divertimento del que cada uno saca las consecuencias. La banda sonora, como siempre en este autor, es magnífica.