La mujer del espía

La mujer del espía: Kobe, 1940

· Crítica de La mujer del espía | Estreno 9 de julio de 2021.
· El pretendido clasicismo de la pelícu­la consistiría en la voluntad del director de contar el asunto sin estridencias.

Premiado como mejor director en Ve­necia, Kiyoshi Kurosawa tiene 65 años. En su trayectoria hay thrillers y al­guna comedia social que han tenido éxi­to en Japón. El premio, la verdad, me asombra. Porque la película tiene una historia sin duda interesante, pero ni el guion ni la realización resultan brillantes.

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La historia es la de un empresario que quiere revelar al mundo las atrocida­des del ejército japonés en Manchuria antes del fatídico ataque a Pearl Harbour, el 7 de diciembre de 1941. Su mujer vive los acon­tecimientos como si fuera una niña de 12 años. Ambos visten a la occidental y tienen una mentalidad internacionalista que contrasta con el nacionalismo expansionista japonés que dominaba al país desde los años 30.

Hay demasiados momentos de la película en los que, más allá de las bien co­nocidas diferencias de carácter y expresividad entre los occidentales y los orien­tales, parece que asistimos a un sai­nete teatral.

El pretendido clasicismo de la pelícu­la consistiría en la voluntad del director de contar el asunto sin estridencias, cen­trando la cuestión en una historia de amor tan naif que causa un poco de ri­sa. Casi todo resulta infantil, bordeando la parodia (esa relación de la mujer con el sobrino, por ejemplo). Basta com­pararla con las películas alemanas que han contado historias de los que se opusieron al nazismo y, en general, las que han contado la resistencia frente a los regímenes totalitarios del siglo XX.