Los pasajeros de la noche

Los pasajeros de la noche: Perdidos por París

· Crítica de Los pasajeros de la noche | Estreno 4 de noviembre de 2022.
· Observamos diferentes personajes preocupados únicamente por sus intereses, con serias carencias para sincerarse y compartir.

Tercer largometraje del director Mikhaël Hers, quien en sus películas anteriores ya había abordado las cuestiones del enamoramiento, la soledad y las relaciones humanas. Protagoniza el filme la actriz franco-británica Charlotte Gainsbourg, musa habitual del director danés Lars Von Trier.

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Gainsbourg interpreta a Elisabeth, una parisina de mediana edad que, en 1981, sufre el abandono de su marido, lo cual la empuja a buscar un trabajo con el que mantener a sus dos hijos adolescentes. En su camino se cruzará Talluah, una joven sin techo a quien decide acoger en casa.

El relato promete en su arranque de un modo tanto temático como estético. La dificultad de Elisabeth para incorporarse al mundo laboral y los problemas derivados de sus hijos suponen una interesante fuente de conflicto. Además, resulta muy atrayente el programa de radio nocturno por cuanto supone de espacio para las confesiones, de lírica en la noche y de personajes con dificultades durante el día. A ello se suma durante el filme la propia ambientación ochentera, con continuos guiños socioculturales y cantos a la magia de acudir a la sala de cine, a la música y a la biblioteca como espacio de cultura y conocimiento.

La historia pretende reivindicar la importancia de la unidad familiar, pero del dicho al hecho hay un trecho. Observamos diferentes personajes preocupados únicamente por sus intereses, con serias carencias para sincerarse y compartir. Elisabeth y su hijo Matthias se desenvuelven a trompicones, sin un mínimo de reflexión acerca de qué quieren y cómo racionalizar sus sentimientos. La explicitud de los encuentros sexuales de ambos distrae bastante de cada trama. Se desprende incluso un tono nihilista, desprovisto de sueños y de futuro, contentándose con un ‘ir tirando’ como máxima. Finalmente, tanto Talluah como Judith son dos personajes muy interesantes a quienes no se les termina de sacar partido.