Padre y soldado

Padre y soldado: Amor y protección

· Crítica de Padre y soldado | Estreno 9 de junio de 2023.
· El equipo consigue no limitarse a una denuncia de la guerra y del absurdo cumplimiento de órdenes descabelladas, sino que compone un sentido homenaje a aquellos hombres.

La acción comienza en Verdún, en 1920, donde unos soldados desentierran huesos de soldados desconocidos caídos en el frente. Inmediatamente salta a 1917, en Senegal, donde los franceses obligan a sus colonos a enrolarse para defender a la madre patria. Literalmente asaltan pueblos y reclutan a la fuerza a jóvenes que ni siquiera conocen el idioma de sus amos. Thierno, de 17 años, es reclutado y Bakary, su padre, se alista voluntariamente, para ayudarle. Tiene que mentir sobre su edad. Nadie sabe que Thierno es su hijo.

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Tal vez recuerden la película Days of Glory (2006), que contaba el heroísmo -y desprecio inicial del ejército francés hacia estas tropas- de los combatientes africanos en la II Guerra Mundial. La película que ha producido y protagoniza Omar Sy lanza un sentido homenaje a las tropas negras durante la Gran Guerra, subrayando las diferencias más notables: mayor oscuridad de la piel, mayor desconocimiento de lo que había en juego, mayor racismo entonces. A pesar de todo, el equipo consigue no limitarse a una denuncia de la guerra y del absurdo cumplimiento de órdenes descabelladas, sino que compone un sentido homenaje a aquellos hombres, y muestra que llegaron a darse cuenta de lo que sucedía y dieron la vida por su patria.

Dirige y coescribe el guion Mathieu Vadepied, fotógrafo de Intocable, a quien la amistad con Omar Sy, gran estrella del cine francés, le llevó a conocer una historia tremenda y a querer contarla: el ejército colonial francés reunió a 200.000 hombres, de los que fallecieron 30.000.

Por encima de la historia de la Gran Guerra, Padre y soldado cuenta la historia de los coloniales a través de dos diferentes relaciones paterno-filiales; un oficial galo que quiere mostrar su valía a su rígido padre, general; y la de Bakary y Thierno, más compleja a medida que se integran en el ejército francés y Thierno es ascendido a cabo, se siente cómodo en el ejército francés e incluso puede ser quien proteja a su padre.

La filmación es sobria e intimista, tonos opacos y mucha cámara en mano: confiere a las imágenes un carácter de documental y apoya la sensación claustrofóbica del militar en la trinchera. Pero el espectador agradecería también una panorámica que mostrara el campo de batalla.