Spy kids 3D: Buen divertimento familiar

Spy Kids 3D | Cuando comienza la película, Juni Cortez ha abandonado la organización de los jóvenes espías. Ahora «trabaja» por su cuenta, como un Flanagan cualquiera, enfadado con sus padres y su hermana Carmen. Mientras tanto, un misterioso personaje llamado El Juguetero (Sylvester Stallone) ha lanzado al mercado un nuevo vídeo-juego llamado Game over, destinado a causar furor entre los jóvenes. La OSS, organización a la que pertenecen los Spy kids, cree que se trata de un señuelo para controlar las mentes de los jóvenes y dominar el planeta. A Carmen Cortez le asignaron esta misión y ha desaparecido. Juni es su única esperanza y vuelve a la organización.

Rodríguez sigue en sus trece y ha triunfado en la taquilla norteamericana (casi 112 millones de dólares de ingresos que cubren muy bien los ajustados 39 millones de presupuesto) con las nuevas aventuras de la familia Cortez, a pesar de las críticas adversas. La fórmula es de una sencillez impresionante: la imaginación al poder, un ritmo trepidante, los vídeo-juegos son un comecocos y promover los valores tradicionales, empezando por la familia. En esta entrega, Rodríguez no tiene reparos para atreverse con un discurso que apela al perdón y a la humildad. Entre medias, el tono desenfadado y un diseño espléndido para adornar las aventuras digitales. Homenaje a Tron, la ingenua pionera de la Disney en el mundo de la grabación digital. En cuanto a las 3D, apoyan las secuencias de animación digital y sirven de continuo recurso para gastar bromas.

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Ficha Técnica

  • Fotografía, montaje, música: Robert Rodríguez
  • País: EE.UU.
  • Año: 2004
  • Distribuidora: Buena Vista
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.